El Centro de Creación Artística TET (Taller Experimental de Teatro) cumplirá el próximo 11 de diciembre 50 años de actividades. Además de ofrecer montajes, trabaja también como una institución pedagógica en la formación de nuevas generaciones de actores.
Tal es el caso del último grupo que hace una semana culminó su proceso con la puesta en escena de El círculo de tiza, de Bertolt Brecht.
Guillermo Díaz Yuma, director del TET, comentó que este fue el décimo grupo de jóvenes que se “graduó”. “A los 120 aspirantes que llegan se les asigna una tarea. Se trata de una suerte de audición y de ella salen 30 personas. Ellos comienzan así sus tres años de formación. Solo que este último cumplió cuatro años, porque se atravesó la pandemia”.
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De quienes llegaron en 2018, solo 21 lo hicieron hasta hace unos días cuando se estrenó la obra de Brecht. “Fue una producción dirigida mancomunadamente por mí y Joe Justiano. Durante dos horas actuaron, cantaron y tocaron. El libreto original trabajado por dos de las chicas de ese grupo y con Joe. Hicieron una historia final con modificaciones adaptándola a la época”, explicó.
El texto original es de los años 40, “en el que no había nada del mundo digital. Tratamos así que fuera más dinámica y que tuviera que ver con nuestro gentilicio caribeño y venezolano”.
El círculo de tiza estará hasta mediados de septiembre en el Teatro Luis Peraza, donde funciona el TET, pero el grupo está calentando desde ya los motores para sus nuevos proyectos.
Uno de ellos tiene que ver con su segunda participación en el Festival Franco-venezolano en octubre. “Estamos trabajando el texto sobre la investigación de un asesinato y, tal vez, se reponga Un Dios salvaje. Todo dependerá de los acuerdos a los que lleguemos, porque esta edición va a ser fuera de nuestra sede natural”, dijo.
En cuanto a la celebración de los 50 años del TET, indicó que el 11 de diciembre “los celebraremos con cosas que inventaremos”.
De ese medio siglo de actividades profesionales, Díaz los tiene todos “porque fui fundador con Eduardo Gil. A los ocho años me dio el testigo. He estado encargado de la dirección por 42 años”.