El último adiós para Mohammed Ali

    0
    252

    El legendario boxeador Mohamed Ali demostró hoy una vez más su capacidad para unir a personas de diferentes razas, religiones e ideologías en un emotivo funeral en su ciudad natal, Louisville (Kentucky), en el que fue despedido como «un soldado universal».

    «Ali fue un soldado universal de nuestra humanidad común» que decidió «escribir su propia historia», aseguró el expresidente estadounidense, Bill Clinton, amigo personal del boxeador y quien cerró la ceremonia multireligiosa celebrada en el pabellón KYC Yum Center de la ciudad, a orillas del río Ohio.

    Clinton señaló que Alí fue una inspiración «tanto dentro del cuadrilátero como fuera», al citar su batalla contra la enfermedad del Parkinson que le mermó durante décadas.

    En concreto, el expresidente reconoció haber llorado «como un bebé» cuando el excampeón colocó la antorcha olímpica en los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996.

     A los gritos de «Ali, Ali, Ali» y «bienvenido a casa, campeón», el barrio de Parkland, en el oeste de Louisville, donde pasó su infancia el legendario púgil estadounidense, se volcó hoy para ver pasar el cortejo fúnebre con el féretro de Muhammad Ali, fallecido hace una semana a los 74 años.

    Desde primera hora de la mañana, cientos de vecinos aguardaban en el 3302 de Grand Avenue, la casa donde el gran boxeador se crió, para rendir homenaje a su ídolo.