Las cifras más recientes de comercio petrolero emitidas por el Departamento del Energía de Estados Unidos, correspondientes a septiembre de 2023, indican que Venezuela es su séptimo suplidor de crudo y Guyana el décimo, con suministros de 163.000 y 94.000 barriles diarios, respectivamente, señala el semanario Exclusivas Económicas.
Lo que llama la atención de esa data -de acuerdo con la publicación- es que las mismas empresas que compran petróleo venezolano también adquieren el extraído en áreas submarinas que internacionalmente son consideradas como una extensión de Guyana.
En primer lugar está Chevron, que adquirió en septiembre un promedio de 54.000 barriles por día trasladados desde aguas de Guyana, pero durante ese mismo mes se quedó con 23% del total enviado desde Venezuela hacia Estados Unidos, al recibir 37.000 barriles diarios, agrega el semanario.
El otro caso -de acuerdo con Exclusivas Económicas- es la compañía Phillips 66, que recibió 40.000 barriles diarios de Guyana y un cargamento de 933.000 barriles (un promedio de 31.000 barriles por día) de Venezuela.
El anuncio hecho por el presidente Nicolás Maduro de solicitar una ley que prohíba a una empresa con intereses comerciales en Guyana tener operaciones en Venezuela, en principio, se convierte en un mensaje a Chevron, asegura el semanario.
Esto no tanto porque compre crudo extraído en aguas que según el gobierno de Maduro son parte de la prolongación de Venezuela, sino por la reciente inversión que hizo al comprar la empresa Hess y quedarse con 30% del consorcio que lidera ExxonMobil en la explotación del área de Stabroek, concluye la publicación.