Dos años esperando. Ese es el tiempo que tienen los estudiantes de la Facultad de Odontología de la Universidad de Carabobo (UC) para retomar sus actividades académicas, que están suspendidas por las precariedades en las que se encuentra la institución ante la falta de presupuesto.
La crisis para ellos se mide en tiempo perdido. Hay quienes comenzaron la carrera en 2014 y aún no se han podido graduar. Es un cóctel de problemas que no se derivan de la cuarentena, sino que comenzó en 2019, cuando los alumnos empezaron a costear los insumos necesarios para cumplir con sus clases prácticas, pero no todos cuentan con los recursos para sustituir una responsabilidad que es del Estado.
Reunidos para manifestar su preocupación, los estudiantes de odontología expusieron casos como los de quienes solo tienen que culminar el cuarto año con unas prácticas de laboratorio para comenzar sus pasantías y por fin recibir su título profesional.
Pero, aunque se pongan de acuerdo con los docentes y compren los insumos, hay inconvenientes que no pueden resolver. “Las fallas de agua son muy agudas, casi nunca hay, y sin eso no podemos hacer nada”, expresaron los estudiantes.
También ocurre que hay apagones que les impide cumplir con las prácticas de odontología porque la planta eléctrica está sin gasoil, o casos en los que los pacientes no llegan por falta transporte o combustible y no pueden ser evaluados por sus profesores.
Por otra parte, los robos en la Facultad de Odontología comenzaron hace dos años. Se llevaron computadoras e insumos. Y recientemente, tras someter y amenazar al vigilante, sacaron de los salones los equipos que quedaban.
Cansados de protestar sin recibir respuestas, y entendiendo que el presupuesto a la UC tiene más de un año sin ser enviado en su totalidad, ellos piden a la gobernación de Carabobo que apoye en las gestiones para acondicionar los laboratorios de la Facultad de Odontología y así poder graduarse.
Fuente: El Carabobeño