En una confesión que dejó helado al tribunal, un exsacerdote francés juzgado en Lyon (centro-este) por pederastia reconoció este martes 14 de enero que durante dos décadas abusó de cuatro a cinco niños cada semana, un escándalo que fue ocultado por la Iglesia.
En la época, a mi entender, no cometía agresiones sexuales, sino que eran caricias, cariñosos. Estaba equivocado. Son las acusaciones de las víctimas las que me lo han hecho comprender, explicó Bernard Preynat, de 74 años de edad, quien fue acusado de haber cometido actos de abuso a menores entre los años 1971 y 1991, cuando se desempeñaba como capellán de los boy-scouts en Sainte-Foy-Lés-Lyon, una localidad cercana a Lyon.
Los niños implicados tenían entre 7 y 15 años de edad para el momento del abuso. Durante todos esos años, el padre Preynat era administrado por los padres de la diócesis, que le confiaban sus hijos sin hacer preguntas, para excursiones dentro y fuera de Francia.
En 2015 algunos ex scouts decidieron confesar y acusaron ante la justicia a Preygnat de tocamientos, besos en la boca y caricias recíprocas de tipo sexual a las que se vieron forzados.
En estos actos habían sido ocultados por la iglesia católica de Francia, lo que provocó la condena del cardenal Philippe Barbarin en el mes de marzo de año 2019 a seis meses de prisión condicional.
Brabarin fue condenado por no haber informado a la justicia de los hechos y por haber mantenido al sacerdote en la diócesis hasta 2015, pase a que Preynat ya había confesado sus actos a sus superiores en 1991.
Preynat fue reducido al estado seglar durante el juicio canónico al que fue sometido durante el pasado verano boreal, puede ahora ser condenado a una pena de hasta 10 años de prisión.
Preynat expresó el lunes su arrepentimiento ante el tribunal, se declaró culpable del dolor causado a las víctimas y expresó el deseo de que este juicio se celebre lo más rápido posible, pues el proceso se inició hace ya cinco años.
Con información de AFP