En los predios de la industria siderúrgica corre la información de que la administración de Nicolás Maduro encargó a un grupo de acero de la India la recuperación y el manejo de las operaciones del complejo Alfredo Maneiro de la Siderúrgica del Orinoco (Sidor), aseguraron fuentes del sector que solicitaron guardar sus nombres en reserva.
Destacaron que «luce inminente» ese traspaso de Sidor, empresa básica de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) ubicada en Matanzas, estado Bolívar, al sur del país.
«La India tiene mucha experiencia en materia siderúrgica, además de tecnología y recursos financieros y técnicos para reflotar a Sidor siempre y cuando tenga las garantías requeridas por parte del Estado venezolano», señaló un consultado.
Recordó que la India ocupó el segundo lugar en el mundo entre los países productores siderúrgicos con 120 millones de toneladas en 2022, volumen que será incrementado a 300 millones de toneladas de acero hacia 2030.
Las fuentes indicaron que desde 2022, Sidor ha sido objeto de varias visitas y recorridos de empresarios y personeros de la nación asiática como el embajador, Abhishek Singh.
Desde su estatización, en abril de 2008 por Hugo Chávez, la producción de la siderúrgica experimenta caída libre.
De 3,4 millones de toneladas de acero en 2007, la producción de la acería se desplomó a 230.000 toneladas en 2022.
Las fuentes revelaron que reflotar las operaciones en Sidor requiere inversiones de 2.000 millones de dólares y un personal de unos 6.000 operarios.
Trabajadores son los más afectados
José Luis Alcocer, dirigente sindical sidorista del Movimiento Unidad Matancera, cuestionó el silencio y la falta de transparencia acerca de la marcha de las «supuestas» negociaciones con la India.
«A los trabajadores no se les ha informado nada cuando ellos son los más afectados», sostuvo.
El dirigente denunció que en los últimos meses la empresa ejecuta numerosas jubilaciones forzadas a los empleados activos -alrededor de 8.000- que fueron enviados a sus casas en condiciones laborales desventajosas antes de la pandemia, debido a la caída de las actividades en el complejo siderúrgico.
Alertó que as jubilaciones forzadas tienen como trasfondo ahorrarle los costos de los pasivos laborales a los inversionistas extranjeros que se hagan cargo de la Siderúrgica.
Por ahora, indicó, unos 4.000 operarios se quedaron trabajando permanentemente en las plantas de Sidor y que el ingreso actual de los trabajadores que acuden a la planta y los que permanecen en casa es de 200 y 50 dólares mensuales, respectivamente.
Asimismo, precisó que el éxodo masivo de ingenieros y técnicos superiores sidoristas -que se fueron del país buscando mejor calidad de vida- ha dejado un vacío de recursos humanos calificados difícil de llenar en el corto-mediano plazo.
Alcocer sostuvo que reactivar plenamente las operaciones en Sidor no es tarea sencilla porque hay problemas de disponibilidad de gas y energía eléctrica para expandir las operaciones.
A esto se suma, resaltó el dirigente, el deterioro de las instalaciones como consecuencia del abandono y la falta de mantenimiento durante años por parte de las distintas directivas de la empresa designadas por Chavez y Maduro.
El sindicalista reveló que en la actualidad Sidor produce de manera ininterrumpida fundamentalmente pellas.
«La elaboración de planchones y palanquilla se realiza de forma alternada porque ambas plantas no pueden operar simultáneamente, debido a los problemas técnicos y de energía», explicó el representante de Unidad Matancera.