Los feminicidios de Eduarlis Carolina Falcón Torrealba y Eliannys Andreína Martínez Roñoz, ambos perpetrados por Nelson Antonio Torrealba Saavedra en un lapso menor a las 48 horas, puso en alerta sobre la presencia de un posible depredador serial en el país. Y si bien mucho se habla de las características y conductas que podría tener este tipo de persona, el médico psiquiatra Luis José Uzcátegui aclara que no existe un perfil específico sobre cómo puede comportarse una persona.
“No hay un perfil específico, y es muy difícil que existan perfiles específicos para decir que una persona tiene ciertas características de alto riesgo trasgresor”, aseguró el experto en comportamiento humano.
Sin embargo, de acuerdo con Uzcátegui, hay que tener precaución con aquellas personas que presentan repentinos ataques y cambios emocionales. “Con personas que tienen expresiones de agresividad, impulsividad y explosiones de emociones, hay que tener cuidado porque pueden llegar a reacciones como el femicidio”.
Añadió que lo que complica la posibilidad de catalogar a las personas bajo un perfil único tiene que ver con que hay muchos individuos que no dan muestras de su comportamiento a simple vista. “Hay otros perfiles de individuos que tienen una conducta más internalizada, es decir, no son irritables, no son agresivos, no son explosivos, pero en un evento particular pueden cometer estos delitos. Es muy impreciso catalogar esta situación”.
Mantente alerta
El psiquiatra hizo un llamado de atención a las personas que suelen socializar con otras que, eventualmente, expresan su carácter explosivo o volátil. “Lo que sí es prudente es evaluar la segunda situación, cuando hay ciertas manifestaciones bien sea si el individuo viene con algún antecedente de agresividad o cuando la mujer empieza a identificar que hay agresiones y amenazas hacia ella, que hay ciertas conductas de impulsividad. Aunque no haya antecedentes, sí hay que tener cuidado”.
Sostuvo que generalmente cuando se presenta un episodio de violencia dentro de la pareja no siempre es la primera vez que el agresor da indicios de su carácter: “Hay otras variables que hay que tomar en cuenta: muchas de estas conductas están condicionadas por las circunstancias y el estilo de relación que se tiene dentro de la pareja”.
“Puede ser una pareja agresiva, una pareja chantajista, maniobrera, dependiente y por una especie de ajuste y venganza puede aparecer una conducta con esta característica. Cuando aparezcan estos disparos de agresividad la mujer debe estar atenta y no permitirlo porque generalmente esto no pasa en el primer episodio. Es una secuencia que se viene dando poco a poco con las relaciones de la pareja hasta que se llega a una conducta de este tipo”, afirmó.
Oído al tambor
El especialista ofreció una serie de recomendaciones para aquellas personas que durante la convivencia observan algún tipo de patrón conductual que denote un posible peligro a la integridad física o a la vida, de parte de su pareja, familiar o allegado.
“Es muy importante que la persona tome en cuenta si hay alcohol o drogas, si hay antecedentes familiares o antecedentes en el sector donde vive sobre todo si hubo algún femicidio, porque todos estos elementos culturales pueden hacer sumatoria para determinar la conducta”, dijo.
Uzcátegui explicó que en ocasiones estas situaciones suelen repetirse como parte de un patrón cultural: “Es como un tipo de contagio o pegamento afectivo, es decir, si una conducta se da eso estimula a que esa misma conducta se dé en otros individuos que han observado o que han oído o conocen el episodio. Se da en los suicidios también, por eso es que es prudente tener en cuenta cómo se comunica y manejan estas situaciones”.
Al ser consultado sobre cuáles son las posibles razones por las que una persona puede tener una explosión emocional que lo conduzca a cometer un delito o crimen, el psiquiatra indicó que en ocasiones estas reacciones también tienen que ver con las situaciones estresantes que se viven en el día a día. “Hoy se viven circunstancias muy difíciles donde hay muchas variables, tanto económicas como políticas, que si se convierten en factores estresantes pueden en algún momento colaborar para que un individuo pierda el control y llegue a conductas delictivas de este tipo”.
Insistió en la importancia de “estar alerta, chequear con cuidado si se trata o no de un primer episodio, no dejar que pasen las primeras agresiones para evitar llegar a las grandes agresiones”. “Tener cuidado de no estar en una relación tóxica donde haya agresividad dual, donde se puede construir un ambiente de alta peligrosidad y se puede terminar en un hecho fatal”, puntualizó.
Reiteró la recomendación de buscar ayuda y darle valor a la denuncia: “Una vez que precisa esto, debe buscar ayuda. Protegerse con familiares, la comunidad, vecinos, autoridades; esto es muy importante porque puede disminuir los riesgos de que se llegue a consumar una reacción de este tipo”.