En el centro de salud Al-Hussein, ubicado en la ciudad de Nasiriya, al sureste de Irak, y el cual trata a pacientes con COVID-19 se produjo un incendio la noche del lunes 12 de julio y según los funcionarios al menos 90 personas fallecieron y un centenar resultaron heridas.
Hasta los momentos se cree que el accidente se ocasionó luego de que explotaran tanques de oxígeno en una unidad de cuidados intensivos que trataba a pacientes con COVID-19.
“La catástrofe del Hospital Al-Hussein en Dhi Qar, y antes de eso el Hospital Ibn Al-Khatib en Bagdad, es el resultado de la corrupción persistente y la mala gestión que subestimó la vida de los iraquíes e impidió reformar el desempeño de las instituciones», dijo el presidente del país, Barham Salhi, en Twitter.
El hecho surge luego de que en abril ocurriera otro incendio en el Hospital Ibn Al-Khatib, que también comenzó después de que explotaran tanques de oxígeno en una unidad de COVID-19 y arrojó un saldo de más 80 muertos.
Con información de El País y CNN