Quien fuera el tercera base titular de los Marineros de Seattle por las últimas 11 zafras, Kyle Seager anunció su retiro como jugador activo de las Grandes Ligas. Pese a que el equipo había decidido no activar la opción que tenían sobre él para un año más, la noticia sorprendió pues el antesalista viene de una de sus mejores temporadas.
Con la firma de su hermano Corey con los Rangers de Texas, muchos llegaron a imaginar lo que sería esa rivalidad fraternal -si Kyle hubiera vuelto a pactar con Seattle-, con ambos jugando en la misma división y en la misma liga.
El mayor de los Seager, con 34 años recién cumplidos en noviembre, viene de una campaña en la que -aunque solo ligó para .212 de promedio- puso un nuevo tope personal en los departamentos de cuadrangulares y de impulsadas, al despachar un total de 35 vuelacercas y superar la centena de remolques por primera vez en su carrera (101).
«Gracias a todos mis familiares, amigos y fanáticos por apoyarme durante toda mi carrera. Ha sido una travesía maravillosa, pero estoy increíblemente emocionado por el nuevo capítulo de mi vida», dice el comunicado a través del cual hizo su anuncio.
Con conocimiento pleno de que eran sus últimos momentos como un marinero, Seager fue reemplazado en la última entrada del juego en el que los de Seattle cayeron eliminados. Esto para que tanto jugador, como fanáticos tuvieran la oportunidad de decir adiós y cerrar un ciclo de más de una década.
«Fue algo muy especial para mí. Fue un momento real», dijo Seager tras el encuentro. «Obviamente, sabes que ese momento va a suceder. Piensas en ello, piensas en cómo vas a sentirte, pero no te puedes preparar. Fue realmente especial».
En los 11 años que jugó en el máximo nivel, todas con los Marineros, Kyle Seager tuvo una línea ofensiva de .251/.321/.442 con 242 jonrones con 807 carreras remolcadas y en un par de ocasiones recibió votos para el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana.
En nueve de sus once campañas, el ya ex pelotero pudo conectar más de 20 jonrones, en dos de ellas superó las tres decenas. En 2014 y 2016 ya se había quedado a las puertas de los 100 remolques, con 96 y 99 respectivamente.
En par de oportunidades (2012, 2013), la organización lo designó como el jugador más destacado de sus filas. Además, en 2014 fue convocado al Juego de Estrellas y ganó el Guante de Oro, que lo distingue como el mejor defensor de la esquina caliente, en la Liga Americana, ese año.
En resumidas cuentas, se puede decir que la carrera y los números de Seager son bastante respetables, pero quizás su personalidad y el hecho de haber pasado toda su carrera en un equipo sin la capacidad para competir, hicieron de él un jugador de perfil bajo, hasta cierto punto subestimado.
En comparación con su hermano Corey, las estadísticas de ambos son bastante cercanas, pero el menor de ellos hizo vida en uno de los equipos más populares del beisbol, como lo son los Dodgers de Los Ángeles, y esto lo convirtió en una figura mucho más mediática.
Tal vez Kyle no vaya a ser un miembro del Salón de la Fama, pero sin duda será recordado por los amantes del beisbol como un pelotero con corazón, que dejó todo en el terreno para representar a su equipo; y los fanáticos de los Marineros seguramente guardarán a Seager en un lugar especial entre sus favoritos del juego.