Es utópico pensar que un equipo de beisbol va a rendir a tope durante toda una temporada, especialmente en las Grandes Ligas, que el calendario es tan largo y tan competitivo. Luego de hilar una primera mitad de temporada para atesorar, los Yankees de Nueva York se han hundido en una profunda crisis, tanto de pitcheo como ofensiva.
Es tan notable el mal momento que vienen atravesando los neoyorquinos que, antes del juego de anoche, su récord posterior a la pausa del Juego de Estrellas era de 17 derrotas y tan solo nueve lauros. De hecho, de nueve series disputadas desde entonces, solo han logrado imponerse en dos de ellas, siendo superados en las otras siete.
Por si fuera poco, tres de las series que llegaron a perder en ese lapso han sido por barrida, ya que los Astros de Houston y los Mets de Nueva York –acérrimos rivales de ciudad– le propinaron par de derrotas en sus respectivos enfrentamientos; mientras que los Cardenales de San Luis fueron un poco más allá, ensañándose en los tres cotejos en que se midieron.
Previo al juego de ayer, que marcó el inicio de una nueva serie contra los Azulejos de Toronto, los ‘Bombarderos del Bronx’, con la pólvora completamente mojada, tenían foja de 11 derrotas y solo cuatro triunfos en el mes de agosto.
Incluso, antes del encuentro del miércoles, contra los Rays de Tampa Bay, venían de anotar una sola rayita en la últimas 27 entradas, combinándose para solo 13 indiscutibles en ese lapso de tres juegos; mientras que, por el lado adverso, habían tolerado hasta 10 anotaciones.
La única carrera que había conseguido en tres días, llegó en las piernas de Andrew Benintendi, quien anotó luego de haber conectado un triple, siendo impulsado por el dominicano Miguel Andújar –ahora de regreso a Ligas Menores– que se había embasado por error.
Los Yankees no habían llegado a la registradora desde el pasado sábado, en victoria de 3-2 sobre los Medias Rojas de Boston, cuando Isiah Kiner-Falefa salió a dar la cara por el equipo, produciendo las tres anotaciones de Nueva York. IKF conectó su primero jonrón del año, que además fue con un corredor abordo, a la altura del quinto episodio; posteriormente, en el noveno, el torpedero respondió con sencillo para remolcar a Benintendi.
Los Rays de Tampa Bay han sabido aprovechar las sequías de Yankees y Azulejos (que también llegaron a sumar hasta ocho derrotas en un lapso de 10 compromisos), para acortar distancia en el Este de la Liga Americana, desplazando a los canadienses del segundo lugar.
Para el 1° de agosto, los dirigidos por Aaron Boone, sacaban una ventaja de 12 juegos al segundo lugar, que por aquel entonces estaba en poder de los Azulejos, y 15 a los Rays que ocupaban el tercer lugar. El elenco que dirige Kevin Cash tomó el segundo puesto de la división y llegaron a colocarse a nueve juegos del liderato.
Antes de la jornada de ayer, Toronto y Tampa Bay estaban empatados en el segundo lugar, a diez juegos de los neoyorquinos, con los Orioles de Baltimore al acecho, a solo dos juegos de alcanzar a canadienses y floridanos. Boston es último en la división, a más de 14 juegos de Nueva York, pero cabe destacar que para el 1° de agosto se encontraban a una distancia de 18 encuentros.
En el choque del miércoles, contra los Rays, los ‘Mulos’ dieron señales de estar vivos y listos para reaccionar; forzando las entradas extras, para luego dejar en el terreno al rival, en un juego que terminó 8-7 para los del Bronx.
Además, el juego se definió con el tipo de batazos que suelen ser ideales para despertar a una toletería como la de los Yankees. En el octavo inning, Anthony Rizzo empató el juego con jonrón solitario, para provocar el alargue en el juego.
A la altura del décimo, Tampa Bay recuperó la ventaja, con un doble barrebases de Francisco Mejías, con el que entraron tres carreras. Sin embargo, en la baja de ese mismo capítulo, apareció Josh Donaldson con un estacazo de dimensiones históricas, se voló la barda con las bases llenas para dejar al rival con los ojos claros y sin vista.
El veterano antesalista se unió a Babe Ruth y Jason Giambi, como los únicos toleteros en conectar un grand slam de oro, cuando su equipo estaba abajo por tres carreras.
Cualquiera diría que ese batazo podría haberles sacado del bache, pero en la jornada de ayer el boricua José Berríos y sus Azulejos de Toronto silenciaron, nuevamente, a la toletería Yankee.
No obstante, a pesar del mal momento, los Yankees cuentan con un diferencial de carreras que está en +196, siendo el segundo mejor de todas las Grandes Ligas; solo por detrás de los Dodgers de Los Ángeles, que ostentan un descomunal +249.
Aun así, para el 1° de agosto Nueva York tenía el mejor récord de todas Las Mayores, siendo el único equipo que había alcanzado las 70 victorias y manteniendo un diferencial de +212, con el mejor de ambas ligas.
Para ese entonces, los californianos se ubicaban en el segundo lugar en cuanto a esta estadística, con +201 y foja de 69 y 33. A menos de 20 días, el equipo de Aaron Boone solo se ha apuntado tres victorias y una docena de reveses; ahora mismo hay otros cuatro equipos que ya arribaron a los 70 juegos ganados y tres de ellos tienen mejor balance que los Yankees.
Los Astros de Houston ahora son el equipo mejor posicionado en el joven circuito, con 77-43. Mientras que en la Liga Nacional, los Mets dominan el Este con 76-42 y los Bravos de Atlanta les mantienen el pulso, con 72-47; Los Dodgers tienen el mejor récord de todo el ‘Big Show’, siendo el único equipo que ha superado la barrera de los 80 triunfos (81-36).