La subida de tarifa del transporte público, lleva a los cariocas de nuevo a la calle.
Como ya sucediera en 2013 y previo a la Copa del Mundo de 2014, Brasil protesta contra el aumento de precio del transporte, un incremento que en el caso de Río de Janeiro ha supuesto una subida de 40 céntimos (de 3,40 a 3,80 reales).
Durante las últimas semanas, con manifestaciones en dos de las grandes ciudades, São Paulo y Río de Janeiro, Brasil se vuelve a revelar contra el encarecimiento de vida y una crisis económica que está provocando serios reajustes en las áreas de salud y educación, principalmente. Todo ello, sumado a los graves casos de corrupción como la conocida operación Lava jato y lo ocurrido en la empresa Petrobras.
Esta semana, El Movimento Passe Livre, el colectivo de activistas del transporte urbano, convocó una nueva protesta en la plaza de la Candelaria hasta la Estación Central de Río de Janeiro, para testar de nuevo sus fuerzas contra el Gobierno de Eduardo Paes, alcalde de la ciudad. En 2013, el colectivo ya consiguió tambalear la estabilidad del Gobierno con la convocatoria de protestas multitudinarias que terminaron en su mayoría en grandes enfrentamientos con la policía.
La presencia de los denominados mídia activistas, las críticas a la gestión de la salud y educación y las protestas contra la inversión en infraestructuras para la Copa del Mundo de 2014 y los actuales Juegos Olímpicos, llevó al colectivo a convertirse en una fuente de presión del Gobierno. Todo hace esperar que en los próximos meses, antes de la llegada de las Olimpiadas, las actividades del movimiento se intensifiquen aún más.
La manifestación, convocada el pasado martes, en Río de Janeiro terminó con la quema de la catraca (el torniquete que da acceso a los autobuses), como acto simbólico para protestar en contra de la subida de la tarifa del transporte público. El colectivo ya ha anunciado nuevas movilizaciones para la próxima semana, previas al inicio de Carnaval.
