Neptalí Toribio se encuentra en Perú con su novia. El pasado 5 de octubre hizo el pago por la cita para renovar su pasaporte y un día después pagó por la de ella. El 25 y 26 de mayo fue cuando les tomaron los datos. «Por falta de pasaporte venezolano estamos indocumentados, podemos entrar a Venezuela, pero el tema es volver a salir. He querido ir a visitar, pero luego no puedo salir. Pudiese entrar con mi pasaporte peruano, pero tendría que pedir visa y eso es otro tema».
Contó que cuando hicieron el pago «no teníamos ni idea de cuánto demoraría. Según para ese entonces, para septiembre estaba demorando seis meses nada más entre que te tomaban la huella y te entregaban el pasaporte, pero no sé qué pasó ahí. El otro punto es por el mismo tema de mi trabajo. No puedo confiar en irme a Venezuela y sacarlo allá, además de los problemas y fallas en la conectividad que me dificultarían el trabajo».
Dicha situación le ha impedido a Toribio volver al país a visitar a sus familiares y allegados. «No he ido a Venezuela, yo quiero ir desde hace tiempo. Por ejemplo, mis papás que son peruanos pudieron venir a vacunarse sin problemas, yo puedo entrar con mi pasaporte peruano pidiendo la visa, pero luego no puedo regresar si no tengo el pasaporte venezolano».
Por su parte, Rosalba Guerrero, la novia de Toribio contó que su pasaporte se venció en noviembre 2020: «En ese tiempo ningún organismo funcionaba y cuando empezaron a atender dijeron que los pasaportes vinotintos ya no se podían actualizar. Yo puedo salir de Perú con mi pasaporte peruano, pero de Venezuela no. Entonces para ir a Venezuela debo pedir o visa o salvoconducto que me sirve para entrar, pero no para salir del país».
Guerrero aseguró que es una situación que no solo ha visto en Perú. «Mi prima lo solicitó en mayo de 2021 en Chile, a esta fecha aún no tiene la cita. Al parecer Chile es el país que más retraso presenta por la cantidad de venezolanos allá. Se están tardando más de un año en otorgar la cita. También tengo un amigo en Ecuador que la pidió en noviembre y en febrero tuvo la cita, y ya la semana pasada retiró el pasaporte. Depende mucho del país».
«Es como estar en Caracas»
Ciertamente, Toribio y Guerrero no son los únicos que no han podido renovar su pasaporte por los retrasos que presenta el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) en el extranjero.
Yeimy Carvallo, quien se encuentra en España desde el 30 de marzo de 2019, relató su historia: «Mi pasaporte vencía en marzo de 2020. Cuando ingreso en la página del Saime para solicitarlo, la verdad es que me cargó super rápido, pero de repente me dice que no me pueden dar la prórroga porque yo tengo ingreso al país. Supuestamente, en marzo de ese año cuando yo tengo tres años y pico que no piso Venezuela».
Dijo que tuvo que hacer un pago extra para poder solicitar la prórroga de su pasaporte. «Tuve que pagar 280 dólares, -que se calculan en euros porque la gente que hace la conversión no la hace bien- para que me quitaran el ingreso al país porque si no tenía que ir directamente al Saime , lo que no podía hacer porque estaba aquí en España».
Aunque finalmente, le hicieron llegar la prórroga de su pasaporte, Carvallo no quedó satisfecha: «Después de todo eso, con un maravilloso clic que hicieron desde Venezuela pude sacar mi pasaporte. Pero imagínate el problema que no tenga el dinero o los contactos para poder hacer eso. Al final, me dieron una prórroga que se vence en diciembre, entre que la pedí y me la entregaron solo me quedaba un año y dos meses de vigencia de una prórroga de dos años».
Aseguró que el consulado en Tenerife es igual a estar en Caracas. «Fue súper frustrante. En el consulado de aquí no te dejan pagar con punto de venta, sino que solo en efectivo y tampoco hay cajeros cerca. Ellos tienen un cuento de que tienen el punto dañado, cuando aquí se te daña el punto a las 10 y a las 11 ya tienes otro punto de venta».
Según Carvallo, «el nivel de corrupción es horrible porque aparte de los 100 dólares del pasaporte, tuve que pagar los otros 280 dólares para que me quitarán el supuesto ingreso al país. Aquí el consulado es como si estuvieras en Caracas. Nada sirve. Esos son los cuentos de la gente que está en Tenerife, que es menor gente. Imagínate los que está en Madrid».
Entre el optimismo y la desesperanza
Daniel Paredes confesó que ya perdió la fe en poder tener su pasaporte: «Acá pagas y pasa hasta un año para que te otorguen la cita, entre 8 y 10 meses para que llegue. Pagué 200 dólares y estoy esperando desde mayo del año pasado».
Relató que su pasaporte no tiene derecho a prórroga porque fue emitido en 2013. «Si te soy sincero, ya yo di por perdido eso, más nunca le paré. De hecho, la esposa de un primo trabaja en la embajada y me dice que es una lotería muy difícil».
No obstante, Erianne Zerpa, quien se encuentra en Argentina, solicitó el pasaporte en enero y se muestra positiva: «Hice el pago de 200 dólares con tarjeta de crédito y me asignaron la cita para dentro de cuatro meses y en teoría debo estar recibiendo el documento en 90 días, es decir, para agosto. Pero puede extenderse a 180 días, es decir, seis meses de espera».
«Tengo entendido que están llegando medianamente a tiempo, es decir, que el sistema está funcionando relativamente rápido. Lo único fastidioso desde mi punto de vista son los requisitos que te piden al momento de la cita: copia de la cédula, copia del pasaporte, copia de la partida de nacimiento, pero no te lo dicen con tiempo»., dijo.
De acuerdo con Zerpa, hubo cosas que no le gustó: «A mí me tocó madrugar para ir a la embajada y cuando llegué me pidieron todo eso. Tuve que regresar a mi casa para luego volver a ir a la embajada. Del resto, si cuentas con todos los requisitos el proceso interno en la embajada es súper rápido».
En su tierra
También hay quienes han optado por regresar al país, como es el caso de Johan Mercado, quien sabía que en Chile se estaban tardando mucho en asignar las citas. «Llegué hace un mes y al día siguiente de pisar Venezuela, pedí la cita. Dos semanas después me dieron la cita para tomarme las huellas y tres semanas después ya tengo el pasaporte nuevo. No le pagué a ningún gestor y me fue bastante bien».
Aunque no todos los casos dentro de Venezuela son positivos. Carvallo también relató lo sucedido con su mamá en Caracas. «Otro caso es el de mi mamá, que solicitó su pasaporte en el mismo tiempo que yo pedí la prórroga. Estamos hablando que han pasado dos años y ella aún no tiene el pasaporte. El cuento es que las personas que iban a procesar su pasaporte tuvieron COVID y estuvieron en terapia intensiva. Por ella también pagué 280 dólares y aún no se ha resuelto».