Frente a una deuda que suma 11 millones de dólares con la Organización Mundial de la Salud y que le impide acceder al fondo rotatorio; el no formar parte del mecanismo Covax y la decisión de la administración de Nicolás Maduro de no autorizar a las farmacéuticas importar una vacuna. Las posibilidades de que Venezuela inicie un proceso de vacunación contra la COVID-19 quedan reducidas a lo político, aunque la ANM indica otra posibilidad.
La Academia Nacional de Medicina (ANM) plantea que sectores de la sociedad civil puedan traer una vacuna al país. Su presidente, Enrique López Loyo, dijo a HispanoPost que han propuesto ampliar la base de sustentación de las instituciones que puedan colaborar en la obtención de un número adecuado de vacunas. “Incluye al sector económico, organizaciones no gubernamentales con conexiones en otros países y la posibilidad de que fondos de ayuda humanitaria puedan sumarse”, expresó.
A favor de hallar una manera en que los más vulnerables adquieran una vacuna pronto está Reymer Villamizar, director de Amigos Trasplantados de Venezuela. “Hemos tocado las puertas haciendo visible la situación de las personas con trasplante y solo en 2020, 17 de ellas fallecieron de COVID-19. La mayoría estaban en el estado Zulia”, dijo.
“Debido a que el país tiene un grave problema de disponibilidad de recursos, es probable que los entes privados deban sumarse. Para ello, se debe permitirles a las personas que cuenten con la capacidad financiera pagar su vacuna a través de un distribuidor autorizado. Esta acción podría sumar”, dijo el médico al establecer que tampoco se pueden dejar de lado las instancias de ayuda financiera internacional.
López Loyo enfatizó que la vacunación “debe iniciar de manera inmediata”. Son más de 60 países, incluyendo siete de América Latina, los que empezaron y Venezuela no debe quedarse atrás”. De allí que su planteamiento contemple que “todas las posibilidades que se puedan hacer para lograr la obtención de vacunas deben explorarse”.
Apoyo de Fedecámaras para obtener vacunas

El 27 de enero se reunieron autoridades de gremios empresariales de Venezuela y representantes de la Comisión de Diálogo de la Asamblea de Nicolás Maduro. En el encuentro el presidente de Fedecámaras, Ricardo Cusanno, destacó que ante la pandemia es importante que participen todos los actores sociales, principalmente, el privado. “De manera inclusiva y articulada en la coordinación del proceso de vacunación”, como se señala en la publicación en el portal del gremio empresarial.
López Loyo indicó que la iniciativa de Fedecámaras es una alternativa importante. Con ella se puede “apoyar a que los trabajadores reciban la vacuna con la financiación directa de la organización gremial”.
Otras iniciativas planteadas
El dirigente político Henrique Capriles propuso la creación de una Junta Nacional de Vacunación. «Integrada por personas calificadas del gremio de la salud que planifiquen y auditen todo el proceso. Y que además permita la inmediata colaboración de los organismos internacionales de atención humanitaria”, dijo el 20 de enero.
Su planteamiento recibió una respuesta de Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea de Maduro el mismo día de la reunión en Fedecámaras. Dijo estar de acuerdo con la iniciativa de conformar dicha junta.
La coordinadora nacional del partido Unión y Progreso, Mercedes Malavé, también candidata en las pasadas parlamentarias, mantiene un planteamiento similar al de Capriles. Ella ha propuesto un gabinete de emergencia económica, social, sanitaria y humanitaria, que esté conformado por representantes con reconocimiento de los sectores y organismos internacionales; además de ser independientes de desde el punto de vista político y cuenten con trayectoria.
La vacunación
López Loyo explicó que vacunar a la población es “logísticamente bastante complejo porque se necesita cubrir en tiempo perentorio el mayor número de personas”. Por ello, recalcó que si bien la ANM apoya que las autoridades aceleren y comuniquen con transparencia una ruta para implementar el plan de vacunación; “también pide que abran las puertas para que los diferentes actores de la sociedad civil entren en este esfuerzo que es de beneficio para todos”.
El experto puntualizó que la vacunación necesita una logística nacional, simultánea y que no solo incluya a grupos de riesgo, sino también población general; “debido a que a medida que avanza la patología ocurren mutaciones que aumentan el peligro”.
Señaló que lograr la vacunación superior a 75% de la población “sería un fundamento de valor para disminuir el impacto de la mortalidad por COVID-19”.
¿Cuándo llegará la Sputnik V?
Hasta la fecha la única vacuna que se conoce de manera oficial que llegará al país es la Sputnik V fabricada en Rusia. Diez millones de dosis compró Venezuela y cubrirían a cinco millones de habitantes. A pesar de que la Academia Nacional de Medicina desconoce cuándo arribarán las dosis. “Sabemos que la Federación Rusa tiene muchos problemas para la dotación, en cuanto a la producción y tiempo de generación de los pedidos internacionales”. “Esto es lo que puede estar afectando la velocidad en que están llegando los dotes a los países”, afirmó el presidente de la ANM.
“Además, en Venezuela se necesitaría hacer una complementación de las ofertas de vacunas para que se tenga acceso al menos a cinco de ellas. Todas con pruebas clínicas que hayan demostrado ser seguras y altamente eficaces”, dijo López Loyo.
Maduro, afirma estar en negociaciones con otros países para adquirir otras vacunas. Sin embargo, su plan ha sido crear un fondo en la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América. El cual tiene por nombre fondo ALBA-TCP.
López Loyo destacó que la Academia Nacional de Medicina apoyará todos los acuerdos que sean necesarios para que se logre el objetivo final. “Recordemos que estamos en tiempo de vacunación y lo ideal es que este mismo año inicie y culmine ese proceso de cobertura de vacunación”.
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