Longines regresó a Venezuela

En diciembre de 2021 se retomó la idea de tener relojes catalogados de categoría Premium en Venezuela. Fue así como Álvaro Gioielli decidió reactivar la venta de Longines, unas de las marcas más importantes del mundo de la relojería.

Cinco años tenía ausente del mercado venezolano. “Pero vimos que las cosas se estaban retomando. Así, los joyeros que decidimos apostar y quedarnos en el ámbito nacional también optamos por empezar desde cero un trabajo importante al respecto. Y con nuestras dos sedes de AG Joyería (en Caracas y Barquisimeto) quisimos, nuevamente, traer al país al que fue, hasta 2016, el reloj de lujo más vendido en Venezuela”.

Detalló que hasta ese año, Longines vendía más de 2 mil unidades anuales, lo cual es una cifra muy buena para un mercado como el venezolano. «Para la marca, Venezuela se constituyó en un terreno importante. Eso es lo que hemos trabajado en estos cuatro meses».

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Además, se convirtieron en los distribuidores oficiales de los relojes en el país. A través de AG Joyería paulatinamente se irán distribuyendo las dos líneas, clásica y la sport, destinadas a más de 20 puntos de ventas. «Es una apuesta importante, que además queremos incentivar con el sentido de posesión. Asimismo, paulatinamente han venido haciendo un trabajo en favor del ambiente, cambiando las correas de cuero por otro material igual de resistente, pero que no impacta en el medio ambiental», señaló.

Los costos oscilan entre los 800 y los 2.500 dólares por reloj, dependiendo de la línea y el modelo. También hay en oro y con piedras preciosas cuyo precio puede superar los 20 mil dólares, según apuntó Gioielli.

La colección Longines Spirit y la Longines Spirit Zulu Time también están ya disponibles en las dos sedes de la mencionada joyería; y lo estarán también en todo el país. «Estamos en capacidad para abastecer la demanda, según esta se vaya produciendo», aseguró.

Por otra parte, esta reaparición va de la mano con políticas de responsabilidad social. La primera de ellas está soportada por el profesor Rafael Arráiz Lucca, con quien adelantan un concurso de escritura para noveles talentos. Y, la otra, destinada a la apertura del Instituto del Ensamble de Cuerdas Caracas.

Laagrupación conformada por tres ejecutantes de la viola y el violín, profesoras de música también; quienes tienen la inquietud de formar a las nuevas generaciones que no cuenten con todos los medios necesarios para estudiarlos.