Unos 14,6 millones de ucranianos, o el 40% de la población del país, necesitarán ayuda este año.
La reciente ola de ataques rusos, en mitad del crudo invierno, aumenta la necesidad urgente de llevar ayuda humanitaria.
«En las regiones de Donetsk y Kharkiv, las familias viven en casas dañadas, sin agua corriente, gas ni electricidad, bajo un frío glacial. Los constantes bombardeos obligan a las personas mayores a pasar sus días en los sótanos, los niños aterrorizados, traumatizados, siguen viviendo desde hace tres años en estas circunstancias, atrapados en casa y muchos, muchos, muchos de ellos sin escolarizar”, dijo el responsable de la oficina de coordinación de la ayuda, Martin Griffiths.
Griffiths y el jefe de la Agencia para los Refugiados, Filippo Grandi, lanzaron un plan que requerirá 4200 millones de los donantes.
Alrededor de 6,3 millones de personas huyeron del país y se refugiaron principalmente en otros países europeos. El plan de ayuda prevé destinar 1100 millones par unos 2,3 millones de refugiados y sus comunidades de acogida.
Con información de la ONU