Hace menos de dos meses el Gobierno de Colombia y las FARC firmaron el acuerdo de paz en un pomposo evento en Cartagena frente a presidentes de América Latina y los países garantes, pero tan solo seis días después fue rechazado por la mayoría de los colombianos en un plebiscito donde más del 60% se abstuvo de votar.
Tras un mes y medio de conversaciones con los líderes del NO y ajustes con las FARC, hicieron un nuevo acuerdo en el que no hubo consenso con los contradictores del pacto y fue firmado nuevamente en Bogotá este 24 de noviembre.
Ya firmado el texto del acuerdo, el presidente Juan Manuel Santos lo radicó este mismo jueves en el Congreso, entidad que será la encargada de hacer la refrendación por medio de un Fast Track para darle celeridad a la implementación del acuerdo.
El nuevo acuerdo introdujo cambios como la obligatoriedad de las FARC de entregar el inventario de los bienes y reparar a las víctimas, la aclaración de la ideología de género, la entrega de información detallada sobre las rutas del narcotráfico, entre otros.
Sin embargo, el acuerdo ratificó dos temas álgidos que exigían los voceros del NO, entre ellos el Centro Democrático y la Federación de Víctimas, integrada por la senadora Sofía Gaviria. Participación política de las FARC sin haber cumplido las penas y restricción de la libertad extramural, entre otros temas, han sido los más reñidos en la discusión del nuevo acuerdo.
Mientras tanto, Rafael Guarín, vocero del NO, explicó que acudirán a la Corte Constitucional y a la Corte Penal Internacional. También, una de sus opciones será ir a las elecciones a presidencia y Congreso en el 2018.
