El proceso de deportación para un mexicano indocumentado puede ser de varios meses, durante los cuales es transferido entre diferentes centros de detención mientras se llevan a cabo el proceso legal y los posibles juicios de solicitud de asilo.
Los que hoy llegan al país, vivieron en reclusión el inicio de la administración Trump y atestiguan cómo las condiciones y el trato que recibieron se agravó notablemente desde el 20 de enero como un reflejo de la actitud del presidente hacia la migración ilegal.
Al llegar al aeropuerto internacional de la Ciudad de México, aún con uniforme del centro de detención y todas sus pertenencias en bolsas plásticas, los migrantes describen cómo sufrieron reducción de raciones alimenticias y sufrieron maltrato psicológico en forma de reiteradas simulaciones de liberación.
