El aspirante republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, eligió como su candidato a vicepresidente al gobernador de Indiana, Mike Pence, un conservador clásico con el que intentó reconciliarse con el núcleo tradicional del partido. Pence, de 57 años, congresista por Indiana entre 2003 y 2013, guarda buenas conexiones de esa década larga en Washington, donde batalló por la disciplina fiscal, un Gobierno federal con menos peso, una política de defensa fuerte y una agenda social rigurosamente conservadora. Es decir, por el abecé de la ortodoxia republicana.
Trump había dicho que quería un candidato a vicepresidente con experiencia política que le ayudara a tender puentes con las mayorías republicanas en el Congreso, donde muchos legisladores aún recelan de su nominación.
