Poco a poco, Mike Trout ha ido recuperando su mejor versión y volviendo a ser el temible bateador, que para muchos es el pelotero más completo de todas las Grandes Ligas; no en vano, ha ganado tres premios al Jugador Más Valioso de la Liga Americana y ocho Bates de Plata.
En silencio, sin llamar mucho la atención, como sí lo ha hecho el que ahora es su objetivo principal, Trout ya superó las dos decenas de cuadrangulares (21), por lo que está pisándole los talones al líder del departamento, Aaron Judge (25) de los Yankees de Nueva York.
El estelar jardinero central de los Angelinos de Los Ángeles, viene de maltratar al pitcheo de los Marineros de Seattle, en una serie de cinco juegos a domicilio, en la que los serafines se llevaron la victoria en cuatro de ellos.
Trout sacudió cinco bambinazos en la serie, que aunque es impactante, no es lo más llamativo de la demostración de poder que dejó el toletero de 30 años de edad en el T-Mobile Park de Seattle. Cuatro de los vuelacercas fueron para ganar el juego, con lo que se convirtió en el primero en la historia en conseguir tal hazaña en una misma serie.
“Se puede hablar de que él carga con el equipo o lo que sea, pero es alentador para el resto del grupo ver a la figura principal dar la cara y saber que pueden depender de él. No siempre va a ser él, pero este fin de semana lo fue”, comentó el mandamás interino Phil Nevin.
Bien se puede decir que los Marineros son la víctima predilecta de Mike, y que se siente particularmente cómodo jugando en el otrora Safeco Field. A lo largo de su exitosa y laureada carrera, el ‘27’ de los Angels ha castigado a la novena de Seattle con 52 estacazos, empatando a Rafael Palmeiro como los principales verdugos de los Marineros.
Por si fuera poco, más de la mitad de estos vuelacercas (33) los ha empalmado en condición de visitante, con lo que es el líder absoluto, en cuadrangulares conectados en este parque por un jugador contrario. Además, esto también le permitió empatar a su ex compañero, el dominicano Albert Pujols, con la mayor cantidad de jonrones sacudidos en un parque en el que jamás ha jugado de local.
“Estaba viendo buenos pitcheos para batear, pero fallándolos; me estuvieron tirando rectas toda la serie. Mi mentalidad es la de buscar la recta y adaptarme a los pitcheos en cambio”, resaltó el patrullero.
Ahora mismo, Trout batea para .290 de promedio, una cifra bastante respetable; sobre todo si tenemos en cuenta la racha de siete juegos consecutivos –26 turnos– sin batear de hit, en la que estuvo inmerso entre el 29 de mayo y el 5 de junio.
Desde entonces, quien fuera Novato del Año del joven circuito en 2012, batea .368 con ocho vuelacercas y 15 impulsadas; más de un tercio de la producción que ha acumulado durante todo lo que va de temporada, lapso en el que ha remolcado un total de 43 rayitas.
A día de hoy, el nueve veces convocado al Juego de Estrellas, estaría metiéndose de lleno en la pelea por el MVP de la temporada, una carrera que parecía ser de dos, entre el propio Aaron Judge y el antesalista de los Guardianes de Cleveland, el dominicano José Ramírez.