Toda la salud, adulta y pediátrica, está en un estado deplorable, responde el presidente de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, Huniades Urbina, al preguntarle cuáles son las condiciones que enfrenta un niño al enfermarse en Venezuela, cuando 2020 comienza con el cierre técnico de la Unidad de Pediatría del Hospital Dr. Domingo Luciani, y con el Hospital J.M. de los Ríos operando apenas a 30% de su capacidad.
El hospital de El Llanito tiene el servicio de pediatría cerrado, el Hospital de Coche está cerrado, el servicio de pediatría, cirugía y gastroenterología pediátrica del Hospital de Magallanes está cerrado, y los niños van derivando a algún otro lugar, que puede ser un Centro Diagnóstico Integral (CDI). Esto hace que después tengan que ir a un hospital porque el CDI no cuenta con la capacidad para resolver y terminan en un centro pediátrico que medio está funcionando, como el hospital de niños, donde una mamá tiene que esperar entre dos y tres meses por una consulta para su hijo porque está sobresaturado, detalla Urbina, también exdirector del hospital de niños José Manuel de los Ríos, sobre la realidad de la atención pediátrica en Caracas.
El J.M. de los Ríos, el hospital de referencia nacional, inició el año sin agua, con los quirófanos y el servicio de cardiología cerrados, el de hematología sin ofrecer consultas, los ascensores del área de hospitalización que no funcionan y con una disminución de camas que imposibilita la hospitalización y atención.
El especialista en pediatría destaca que la población infantil venezolana aumenta 600.000 niños por año, y mientras esto pasa, las camas del hospital del niño disminuyen. Actualmente hay 90 camas en este centro donde antes funcionaban 400, el resto corresponde a pacientes que no podemos recibir, expresa.
Si el hospital del niño está así, el resto de los hospitales pediátricos del país están en las mismas o peores condiciones dice Huniades. Hace una semana Katherine Martínez hacía una afirmación similar: La realidad que se vive en el J.M. es la misma que la de todas las unidades pediátricas y hospitales del país.
Según la Encuesta Nacional de Hospitales (ENH), realizada en los 40 hospitales principales del país, al cierre de 2019 el 78% de los centros de salud públicos tuvo fallas en el servicio de agua y solo 9% de los hospitales monitoreados reportó agua de forma regular. Además, el promedio general de fallas eléctricas fue de 342 al mes. A lo que Urbina, quien también formó parte de la investigación, añade que los servicios de alimentación están prácticamente cerrados en todos los hospitales de Venezuela.
La peor condición la tienen los hospitales que dependen de las gobernaciones debido a que 50% de salas de quirófanos están inoperativas, a pesar de que el ministro de Salud, Carlos Alvarado, afirma que 2019 terminó un año en las mejores condiciones sin mostrar pruebas, señala Urbina. El 7 de enero Alvarado dijo: Más de 590 mil intervenciones quirúrgicas fueron realizadas en el sistema de salud pública nacional durante el 2019.
Se espera que la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) esté en el país en las próximas horas y ante eso, la diputada Adriana Pichardo enfatiza que vienen en particular por el caso en el hospital de niños, diputados y militares presos. El J.M. de los Ríos cuenta con medidas cautelares en 13 de sus servicios y, por tanto, la CIDH tiene competencia para ingresar a Venezuela y entrevistar a los afectados.
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