Liz Truss se convertirá en la próxima primera ministra de Gran Bretaña después de ganar el lunes una carrera por el liderazgo del gobernante Partido Conservador, prometiendo seguir adelante con los recortes de impuestos prometidos y tomar medidas para abordar una crisis energética y de costo de vida cada vez más profunda, informó Reuters.
Después de semanas de una contienda de liderazgo a menudo malhumorada y divisiva, Truss, actualmente ministra de Relaciones Exteriores, venció al exministro de finanzas Rishi Sunak en una votación de los miembros del Partido Conservador, ganando por 81.326 votos contra 60.399.
«Entregaré un plan audaz para reducir los impuestos y hacer crecer nuestra economía», dijo Truss después de que se anunciara el resultado. «Cumpliré con la crisis energética, lidiando con las facturas de energía de las personas, pero también con los problemas a largo plazo que tenemos sobre el suministro de energía».
Truss se hace cargo cuando el país enfrenta una crisis en las finanzas familiares, disturbios industriales, una recesión y una guerra en Europa, donde Gran Bretaña ha sido uno de los principales patrocinadores de Ucrania. Pareció descartar otra elección nacional antes de 2024, cuando prometió lograr una gran victoria para su partido.
Pero en una señal de profundas divisiones allí, su margen de victoria fue mucho más estrecho de lo esperado y el más estrecho en cualquier elección de liderazgo conservador celebrada este siglo. Truss también ganó con el apoyo de menos del 50% de los miembros, ya que casi uno de cada cinco no votó.
«Es correcto que ahora nos unamos detrás de la nueva primera ministra, Liz Truss, mientras dirige al país en tiempos difíciles», dijo Sunak en Twitter.
Truss sucederá a Boris Johnson, quien se vio obligado a anunciar su renuncia en julio después de meses de escándalos en los que el apoyo a su administración se desvaneció y los ministros renunciaron para obligarlo a salir.
Johnson viajará a Escocia para reunirse con la reina Isabel el martes para presentar oficialmente su renuncia. Truss lo seguirá y el monarca le pedirá que forme un gobierno.
“Sé que tiene el plan correcto para enfrentar la crisis del costo de vida, unir a nuestro partido y continuar el gran trabajo de unir y nivelar a nuestro país”, dijo Johnson en Twitter. «Ahora es el momento de que todos los conservadores la respalden al 100 por ciento».
Truss, favorito durante mucho tiempo para reemplazarlo, se convertirá en el cuarto primer ministro de los conservadores desde las elecciones de 2015. Desde entonces, Gran Bretaña ha tropezado de crisis en crisis, y ahora se enfrenta a una larga recesión e inflación que alcanzó los dos dígitos en julio.
A los pocos minutos de su victoria, los líderes empresariales de las industrias manufactureras y químicas exigieron ayuda con el aumento del costo de la energía y los mercados laborales ajustados para evitar que las empresas quiebren.
Truss, de 47 años, prometió actuar con rapidez y dijo que dentro de una semana elaborará un plan para abordar el aumento de las facturas de energía y asegurar el suministro de combustible en el futuro.
Ella señaló durante su campaña de liderazgo que desafiaría las convenciones eliminando los aumentos de impuestos y recortando otros gravámenes en una medida que, según algunos economistas, impulsaría aún más la inflación.
Eso, y la promesa de revisar el mandato del Banco de Inglaterra mientras protege su independencia, ha llevado a algunos inversores a deshacerse de la libra y los bonos del gobierno.
Kwasi Kwarteng, ampliamente señalada para ser su ministra de finanzas, trató de calmar los mercados el lunes y dijo en un artículo del Financial Times que si bien habría «cierta relajación fiscal» bajo Truss, su administración actuaría de «una manera fiscalmente responsable».
Cuando se le preguntó si se convertiría en ministro de Finanzas, Kwarteng dijo a Reuters que no sabía.
Truss enfrenta una larga, costosa y desafiante lista de tareas que, según los partidos de oposición, refleja 12 años de gobierno conservador deficiente. Varios han pedido elecciones anticipadas, algo que Truss ha rechazado.
El veterano legislador conservador David Davis describió los desafíos que enfrentó como «probablemente el segundo informe más difícil de los primeros ministros de la posguerra» después de la conservadora Margaret Thatcher en 1979.
Truss ha dicho que nombrará un gabinete fuerte, prescindiendo de lo que una fuente cercana a ella llamó un «estilo presidencial» de gobierno, y necesitará ganarse a algunos legisladores conservadores que habían respaldado a Sunak.
«Estuvo más cerca de lo esperado», dijo el parlamentario conservador Andrew Bridgen. “Para el final de la semana, tendremos un nuevo gobierno y se sorprenderá de cómo este partido puede unirse y unirse”.
Para el grupo de expertos del Instituto de Gobierno Truss tendría un punto de partida más débil que cualquiera de sus predecesores, porque no era la primera opción entre los legisladores de su partido.
Lo primero en su lista serán los crecientes precios de la energía, que se espera que aumenten las facturas anuales promedio de servicios públicos de los hogares en un 80% en octubre a 3549 libras y a 6000 libras en 2023.
Gran Bretaña ha quedado rezagada con respecto a otros países europeos importantes en el apoyo a sus consumidores, lo que la oposición atribuye a un gobierno «zombi» incapaz de actuar durante la contienda por el liderazgo de los conservadores.
«Hemos escuchado mucho más del último primer ministro sobre los recortes a los impuestos corporativos durante el verano que sobre la crisis del costo de vida», dijo el líder opositor del Partido Laborista, Keir Starmer.
Congelar las facturas en los niveles actuales es una opción que ahora se está examinando.
Mientras Truss elogió cómo Johnson se enfrentó al presidente ruso Vladimir Putin y fue admirado en Ucrania, el Kremlin advirtió que las terribles relaciones de los países podrían empeorar aún más.
Fuente: Reuters