La crisis de abastecimiento de gasolina de los últimos días en el país se agrava porque se están agotando los inventarios de combustible de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), aseguraron fuentes del mercado interno de derivados de hidrocarburos que solicitaron guardar sus nombres en reserva.
Dicha situación, agregaron, se debe a la paralización por el accidente que afectó dos de las tres unidades catalíticas del complejo refinador Paraguaná, conformado por las refinerías de Amuay y Cardón en el estado Falcón.
«Para atender la emergencia causada, Pdvsa espera la pronta llegada de un cargamento de gasolina desde Irán», explicó un consultado.
Alertó que «es muy grave» el problema de la falta de combustible, por lo que el carburante iraní es un auxilio importante.
Las fuentes indicaron que la gasolina procedente de Irán, cuyo volumen exacto se desconoce por ahora, busca un equilibrio entre la oferta y la demanda en el mercado interno.
«Con la parálisis de las catalíticas en Paraguaná hemos pasado de un déficit recurrente de 30.000 barriles diarios de gasolina a 60.000 barriles por día y los inventarios están en bajada», sostuvo un consultado.
Las fuentes destacaron que las regiones del país más afectadas son el occidente y el sur debido a la gran distancia existente entre los centros de consumo y las refinerías de El Palito y Puerto La Cruz, localizadas en Carabobo y Anzoátegui, respectivamente y cuya capacidad de producción de combustible es menor que la de Amuay-Cardón.
Precisaron que la demanda nacional de gasolina alcanza unos 120.000 barriles al día, de los cuales la Gran Caracas es el mayor consumidor; además de ser la región prioritaria de atención del gobierno de Nicolás Maduro en cuanto al abastecimiento
Los consultados destacaron que los trabajos de reparación de los daños en las catalíticas de Paraguaná pueden llevarse entre 15 días y un mes «de allí la urgencia de que la gasolina de Irán llegue pronto».
Colas también en Caracas
Según las fuentes, el interior del país es el más afectado por la falta de combustible y en los últimos días los conductores tienen que hacer colas de dos y tres días para abastecerse.
En Caracas, en las estaciones de servicio que venden combustible al precio subsidiado de 0,60 bolívares (0,024 dólares) para cupos de 120 y 60 litros en vehículos y motos, respectivamente, antes de la presente crisis los conductores hacían cola de máximo una hora.
Sin embargo, en los últimos días conductores contaron que el tiempo de espera se ha hecho muy largo.
«La bomba la abrimos a las 9 de la mañana, pero ya desde las 3:00 y 4:00 am se forma una larga cola de carros y motos», aseguró el encargado de un expendio subsidiado en el centro-norte de Caracas.
Por su parte, en los altos mirandinos desde tempranas horas de la madrugada la fila de vehículos para la estación de servicio subsidiada en la Perimetral de Los Salias llega hasta el Pueblo de San Antonio de Los Altos.
Pero las bombas premium ubicadas en Caracas y que venden el litro de gasolina a 0,50 dólares tampoco escapan de las colas, aunque el tiempo de espera es menor, una hora o más.
Un vecino de una zona residencial en el Este caraqueño aledaña a una gasolinera dolarizada narró: «Volvió la cola por la gasolina y mucha gente se queda sin llenar el tanque porque el combustible se acaba rápido».
Gandolas con mitad de carga
Concesionarios de estaciones de servicio se quejaron de que Pdvsa envía las gandolas con la mitad de la carga y el tiempo de entrega es más espaciado.
Las fuentes precisaron que en condiciones normales una gandola de 30.000 litros atiende diariamente tres estaciones de servicio a razón de 10.000 litros cada una.
«Con la crisis actual, cada gandola entrega 15.000 litros repartidos en el mismo número de bombas», dijo un consultado.
En Venezuela hay unas 1.200 estaciones de servicio, de las cuales 90% están dolarizadas y 10% subsidiadas y ubicadas mayoritariamente en la Gran Caracas.
En la medida que pasan los días, agregaron las fuentes, se presentan irregularidades en la venta de gasolina al público como el pago de 10 y 20 dólares para apartar un puesto en la cola, el bachaqueo, la especulación -en el interior los conductores llegan a cancelar hasta 2 dólares por litro de carburante- y el mercado negro entre otras situaciones.