Un estudio de campo realizado Médicos Unidos de Venezuela (MUV) reveló que 72,64% de los trabajadores de la salud tienen síntomas de ansiedad y 73,07%, de depresión. Cifras que para el director ejecutivo de la organización no gubernamental, Jaime Lorenzo, son impactantes y para el psiquiatra que presentó la investigación, Carlos Tineo, evidencian un grave problema de salud mental, 20% superior a la de otros países.
La investigación fue llevada a cabo durante todo el mes de agosto a través de la plataforma digital de esta institución y recolectaron 1.266 encuestas de trabajadores de centros públicos y privados. Se aplicó la escala de Beck, de uso mundial para analizar depresión y ansiedad, y llegamos a todos los estados del país, acción que mostró que los valores son tan parecidos en Delta Amacuro como en Caracas, lo que indica que el problema es general, dice Tineo, quien en compañía de Martín Lucena y Luis Madrid hizo la medición.
De los consultados, 838 eran médicos; 180, enfermeros; 102, odontólogos; 47, bioanalistas; 46, trabajadores administrativos u obreros; y los 53 restantes eran personal de distintas áreas como psicología, farmacia, nutrición, y trabajo social. De ellos, 26,93% indicó no tener, o tener muy leves, síntomas de depresión y 27,36%, de ansiedad. En cada uno de los grupos divididos por médicos, enfermeros, bioanalistas y odontólogos hubo síntomas en más de 70% de los casos.
El estudio expone que el personal de salud presenta un porcentaje mayor de ansiedad y depresión en comparación con otras naciones. Otros países han reportado altas cifras de ambas enfermedades mentales en pandemia, de alrededor de 50%. China registró una tasa de depresión de 50% y 45% de ansiedad; en Canadá, 47% de los trabajadores de salud ha requerido apoyo psicológico, Estados Unidos indica que 45% de su población ha sufrido angustia, y una investigación colombiana señala que 54% de los entrevistados ha sentido nervios y 52%, cansancio, enfatizan en la presentación de los resultados.
El especialista en psiquiatría destaca que 70% del personal venezolano tiene síntomas, lo representa 20 puntos porcentuales más de lo que reportan otras regiones. Número impactante, pero esperable, porque no es igual estar expuestos a una pandemia en otro país como estarlo en el nuestro, donde hay una alta tasa de mortalidad en los trabajadores de la salud, según MUV hasta el 8 de octubre han fallecido 213 personas de este sector, y la preocupación de contagio de ellos y sus familias es frecuente, dice Tineo.
Los resultados de la encuesta también mostraron un valor mayor de la depresión y ansiedad severas al ser comparadas con el promedio mundial. La ansiedad severa fue de 9,34% y la depresión, 17,79%. Más de 9% en un síntoma severo es un valor completamente alto y recuerden que la depresión puede llevar al suicidio, afirma el psiquiatra.
Los valores moderados y severos son muy altos, tanto en hombres como en mujeres del personal de salud. y los que están en edades comprendidas entre 25 y 40 años tienen más síntomas, señala Tineo. Las personas que indicaron indicios de ansiedad moderada fueron 40,62%, y de depresión, 30,83%. Esta es una población que requiere intervención psiquiátrica, agrega.
El estudio también mostró que los trabajadores que no estaban en contacto directo con el área de COVID-19 presentaron más señales de ansiedad que los otros grupos que sí estaban en primera línea con la enfermedad del virus SARS-CoV-2. Con la depresión el resultado fue similar. El especialista explica que clínicamente ambas enfermedades están conectadas.
¿Qué pasa si el personal está en crisis mental?
Se produce una disminución de las capacidades normales de un trabajador de salud para dar respuesta, lo que es gravísimo porque muestra que no se está en las mejores condiciones de atención, explica Tineo. Lorenzo añade que la fatiga, tanto física como mental, puede influir en el servicio de los pacientes, además de que un momento de descuido por cansancio puede hacer que se contagien.
Los investigadores indican que, aunque las cifras no permiten hacer un diagnóstico de cada persona encuestada, sí pueden interferir. Sabíamos que esto podía pasar, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo alertó y desde el inicio de la pandemia empezamos una campaña de información de salud mental en MUV. En la actualidad, todos los psiquiatras hemos visto un aumento de los casos de síntomas y trastornos mentales, destaca el experto y también director ejecutivo de Médicos Unidos de Venezuela capítulo Sucre.
Años antes de la pandemia, la OMS expuso un aumento de la depresión y la ansiedad en el mundo. En 2015 la proporción global con depresión era de 4,4% y de ansiedad era de 7%. En 2019, las cifras se incrementaron a 7% y 15%, respectivamente.
La segunda fase de la campaña es cómo podemos atenderlos y brindarles apoyo, y será posible porque en la encuesta pedimos correos y teléfonos al grupo en estado severo o moderado. Vamos a contactarnos con ellos, aunque esto debería ser una política de Estado, porque son 70% del personal y se debería crear centros de atención de salud mental para ellos, indica Tineo.
El director ejecutivo de MUV, Jaime Lorenzo, enfatiza que han mantenido conversaciones con la sociedad venezolana de psiquiatría y los colegios de psicólogos para cumplir con esta fase, porque es necesario implementar urgentes programas de prevención y atención en salud mental.
El trabajo de investigación de Médicos Unidos de Venezuela se realizó por la preocupación de la salud mental y la física de los trabajadores de este sector ante una ola trastornos mentales, como lo describe la OMS. Las consecuencias en el estado mental es una pandemia dentro de la pandemia; sin embargo, no deja de sorprendernos la intensidad de los resultados arrojados, puntualiza Tineo.
No olvide ver nuestros reportajes en: www.hispanopost.com