El regreso del crudo venezolano a Estados Unidos no solo fue para Chevron, sino que esta compañía desvió 40% del total de volumen –alrededor de 16.000 barriles diarios- hacia el terminal que tiene la empresa Phillips 66 en los muelles de Freeport, en Texas, informó el semanario Exclusivas Económicas.
Los recursos de esta venta no entran a las cuentas de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) no solo por la restricción que impone la licencia del Departamento del Tesoro, sino también porque este primer despacho después de cuatro años de ausencia se corresponde a la cuota promedio de 40% que tiene Chevron en las empresas mixtas en las que tiene participación minoritaria en la sociedad con la estatal venezolana, explica el semanario.
Esta transacción, agrega Exclusivas Económicas, se convirtió en el motivo para que ConocoPhillips –vinculada a Phillips 66- tomara la decisión de también verse beneficiada de la recepción de crudo venezolano, pero no porque forme parte de una transacción con Chevron, sino de manera directa con Pdvsa con el fin de cobrar una deuda que, según la compañía venezolana, está por el orden de 1.000 millones de dólares.
En ConocoPhillips se insiste en que el monto es mayor. Casi que se multiplica por diez, pero en todo caso cualquier acuerdo está sujeto a que logre resultados la acción de lobby que realiza ante la OFAC.
Venezuela desde el pasado mes de enero comenzó a figurar como suplidor de petróleo de Estados Unidos, debido a la autorización que recibió Chevron por parte de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro (OFAC, por sus siglas en inglés), con despachos que promediaron 40.000 barriles diarios, de los cuales 60% los utilizó la empresa para sus refinerías.