La administración de Nicolás Maduro ha dado un giro a su filosofía antiempresarial permitiendo una especie de apertura para que el sector privado realice sus actividades. Esta situación se ha acentuado con las sanciones impuestas por Estados Unidos, obligando al gobierno a buscar vías de supervivencia con el objetivo de sortear la grave crisis económica que atraviesa Venezuela.
En el informe Coyuntura Venezuela, realizado por la firma Carpe Diem Comunicaciones, el economista Leonardo Vera señala que más allá de las sanciones, hay adicionalmente tres razones fundamentales que podrían explicar este giro económico:
1. El proceso gradual y progresivo con que se va imponiendo la dolarización en Venezuela
2. Los intentos por mitigar los efectos perversos de ciertas políticas que a simple vista lucen incongruentes con la recuperación de la economía
3. Un nuevo convencimiento de que es necesario transmitir a la población una sensación de normalización para atenuar los ímpetus o la energía social contra el gobierno
Hay cambios que sencillamente se ha dado por la dinámica que va imponiendo la dolarización de la economía. Por ejemplo, frente a los altos volúmenes de dólares en efectivo que maneja hoy día el sector comercial y empresarial en general, el gobierno de Maduro ahora ha permitido la apertura de cuentas de custodia en divisas en los bancos, detalla el informe.
Agrega que la medida que involucra a las entidades financieras es una solución ciertamente incompleta (pero solución al fin) para el manejo de efectivo del sector privado empresarial, y una oportunidad de negocio para el sistema bancario, severamente afectado por los efectos de la hiperinflación y la política de restricción sobre las disponibilidades.
Según Vera, otro ejemplo que explicaría la apertura de espacios al sector privado proviene del convencimiento de que es necesario mitigar los efectos perversos que produce la misma política diseñada por el gobierno.
En el caso del financiamiento al sector privado, y ante la caída monumental del crédito al sector empresarial privado (de cerca de 60% en términos reales en 2019) producida por la imposición de los encajes sobre la banca, el gobierno de Maduro ha procedido a relajar las regulaciones sobre el mercado de capitales y a promover el mercado de valores como alternativa, precisó
Detalla que las medidas explican las 80 emisiones que se verificaron en 2019 con nuevos actores en el mercado de valores, tales como Purolomo, Central Madeirense, Charvenca, Cargill, NetUno, Alimentos Difresca, Avior, Automercados Plazas y Parteurizadora Tachira.
Revela que próximamente la filial venezolana de Coca-Cola Femsa realizaría una emisión de 40.000 millones de bolívares.
Otro hecho que evidencia el golpe de timón en materia económica de la denominada revolución bolivariana se remonta a fines del mes de enero, cuando el fabricante de licores Ron Santa Teresa emitió acciones en moneda nacional, lo que provocó que un grupo de empresarios buscaron persuadir a las autoridades para que se permitiera la emisión de acciones en divisas con éxito.
La Providencia Nº 10, publicada por la Superintendencia Nacional de Valores, permite ahora a las empresas privadas de Venezuela ofertar títulos valores en moneda extranjera.
Vera destaca en el informe que Nicolás Maduro y su gobierno tienen la necesidad de transmitir señales que indiquen la construcción de una ruta hacia un estado de normalización de la economía. Maduro parece haber comprendido que una sensación de normalización económica disminuye las resistencias a su gobierno de cara a una posible coyuntura electoral en los meses que vienen, añade.
La política gubernamental se ha concentrado en la necesidad de atacar los problemas de escasez con cambios que operarían abriendo espacios y facilidades al sector privado.
La autorización de hacer caso omiso al régimen de regulación y controles sobre la empresa privada (donde el acuerdo con Empresas Polar luce como un caso emblemático), la flexibilización del régimen cambiario, y la exoneración del pago de arancelas y de IVA a un voluminoso grupo de rubros de bienes de consumo final, se explican entonces desde esta poco advertida perspectiva, concluye el estudio.