Regreso a las aulas estuvo marcado por la ausencia de estudiantes en las escuelas públicas

El miedo al contagio y si las medidas de bioseguridad contra la COVID-19 están siendo acatadas en las escuelas signaron este 25 de octubre, día en que oficialmente reabrieron las unidades educativas venezolanas por mandato de Nicolás Maduro. Luego de haber sido cerradas el pasado marzo de 2020.

Víctor Díaz llevó temprano a su nieta Andrea a la Escuela Experimental Venezuela, ubicada en la parroquia la Candelaria, en el centro de Caracas. Ambos con sus respectivos tapabocas. “Siempre cuidándonos”, expresó.

Andrea estaba contenta, pero antes de entrar a su salón sabía que no podía quitarse la mascarilla y que debía desinfectarse las manos constantemente con su antibacterial. Ella forma parte del 30% de los estudiantes de esta escuela que hoy asistió a clases.

“La participación de los alumnos estuvo entre 30% y 35%. Pero el personal docente sí estuvo completo al 100%, al igual que el administrativo y obrero”, dijo Pedro Zambrano, integrante de la junta de representantes de esta unidad educativa.

Indicó que el retorno a las aulas de esta sede contó con una desinfección inicial y una charla del director a los estudiantes y maestros para explicar las medidas de protección en el plantel.

Frente a la gran ausencia del 70% del estudiantado, está el aumento de casos de COVID-19 en el país, el lento ritmo de vacunación y el temor de los padres. Sin embargo, en los hogares existe la interrogante de si dejar ir a los niños y adolescentes a clases presenciales por la necesidad de que obtengan conocimientos, ya que la educación a distancia le ha jugado en contra.

Ante la pregunta de cuánto aprendieron los estudiantes luego de un año y siete meses estudiando a distancia, la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) convocó a alumnos de bachillerato, principalmente de instituciones públicas, para evaluar sus conocimientos y el resultado fue: “Venezuela está raspada. Cuando digo raspada es que no llegamos ni siquiera a los 10 puntos de la nota mínima aprobatoria. 9,33 sobre 20 puntos», dijo la semana pasada Carlos Calatraba, director de dicha escuela, a la Voz de América.

Por esta razón, Evelin Sánchez, madre de Sofía, quien también asistió a la Escuela Experimental Venezuela, aseguró que: “La casa no es lo mismo que estar en su colegio”. No obstante, mientras unos planteles educativos abrieron, otro como el liceo Andrés Bello no lo hicieron y el equipo de HispanoPost constató que la causa fue “remodelación”.

En esta misma parroquia existen casos de representantes que ante la falta de infraestructura para volver a las aulas pintaron y limpiaron los salones. Mientras otros donaron las mascarillas y el alcohol antibacterial.

La realidad de los colegios privados

“La asistencia ha sido casi de un 98% y esto nos llena de orgullo porque todas las medidas de seguridad que diseñamos para poder atender a los estudiantes se han cumplido y le brindan seguridad a las familias para que los niños asistan”, dijo Carlos Cedeño, director del Colegio Integral El Ávila.

Las acciones realizadas en esta unidad privada, que este lunes abrió sus puertas en un horario de 7:30 de la mañana a 1:30 de la tarde, son exigir el uso de la mascarilla, el constante lavado de manos, el distanciamiento y la limpieza de superficies.

“Todo este reencuentro ha sido favorable desde el punto de vista académico y de la evaluación de metas producto de la falta de presencialidad, pero también ha sido emocional. Los muchachos están felices de regresar a una rutina que les hacía mucha falta”, expresó Cedeño, quien además es integrante de la Red de Padres, Madres y Representantes.

Sin embargo, para Carlos Cedeño “la meta no es solamente abrir la escuela, sino que esta pueda cumplir su propósito de enseñar”. Planteamiento que respalda los resultados de la Encovi 2021, que revelan un aumento en el rezago escolar de los adolescentes entre 12 y 17 años de edad, ocurrido en meses de pandemia y que pasó de 18% a 28% en comparación con la encuesta del año anterior.

Mientras la educación en el país sigue estando a la sombra de una brecha social agudizada en pandemia, la exigencia de mejores salarios y condiciones para los profesores se mantiene. “Al día de hoy hay más de 500 trabajadores suspendidos en todo el país”, dijo Gricelda Sánchez, secretaria de contratación colectiva y reclamos del Sindicato Venezolano de Maestros del Distrito Capital.

Sánchez, quien además es presidenta de Fordisi (Formación de Dirigentes Sindicales), señaló que ante lo vivido en este día “Maduro debe recular su medida de regreso a clases presenciales, hoy el país demostró que no está de acuerdo con tanto desastre”.