Falta de electricidad, agua potable y temperaturas bajo cero son algunas de las consecuencias que ha dejado la tormenta invernal que paralizó Texas y que afortunadamente se está moviendo fuera del estado.
No obstante, las bajas temperaturas continúan mientras los residentes luchan por sobrevivir en una jornada que ya acumula más de 30 muertos y 2,7 millones de hogares aún sin calefacción.
“Esto es en muchos sentidos desastres dentro del desastre”, manifestó la jueza Lina Hidalgo, principal funcionaria electa en el condado de Harris, que abarca Houston, a la vez que detalló que “los efectos en cascada no van a desaparecer”.
La situación es tan fuerte que a los residentes de más de 100 condados se les instó a que hiervan el agua potable ya que las plantas de tratamiento continúan sufriendo cortes de energía.
Los hospitales en Houston, la ciudad más grande del estado, y en otras partes de Texas han informado que no tienen agua. Casi dos docenas de muertes se han atribuido a la ola de frío.
Asimismo, Dan Petersen, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional en College Park, Maryland, dijo que la tormenta se estaba retirando de Texas.
“Lo peor ha pasado y las cosas mejorarán durante el fin de semana”, comunicó sin dejar pasar la advertencia que las bajas temperaturas “permanecerán durante varios días más”.
Con información de Reuters.