Superados ya los tres meses desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, algunas ciudades de este país intentan llevar a cabo una vida normal que se hace difícil entre bombardeos y sirenas que avisan de ataques.
Ucrania y la difícil normalidad de un país en guerra
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschkó, expresó ese sentimiento durante su intervención en el Foro de Davos (Suiza), donde dijo que su principal tarea desde que las fuerzas rusas fueron expulsadas de la capital es restablecer la seguridad y tratar de que la ciudad vuelva a la normalidad.
«Ahora tratamos de volver a la vida normal, no es una tarea fácil», afirmó Klitschkó, quien afirmó que durante las semanas en que la capital fue objetivo de los ataques rusos murieron 120 personas, entre ellas 4 niños.
Además, dos centenares de edificios de viviendas quedaron dañados y fueron destruidos una refinería cerca de Kiev y centros logísticos para la distribución de alimentos.
«Como alcalde intento que todo funcione lo mejor posible, está restablecida la electricidad, pero servicios como el transporte no funcionan tan bien como antes, aunque el principal problema ahora es la seguridad», afirmó.
Parte de guerra
Rusia aseguró que destruyó con misiles de alta precisión un centro ucraniano de inteligencia electrónica en la región de Mykoláiv, en el sur, ataque en el que habrían fallecido 11 militares ucranianos y 15 técnicos extranjeros.
En su parte bélico matutino el portavoz del Ministerio de Defensa, general Ígor Konashénkov, dijo además que en el área de la estación de tren de Pokrovsk, en la región de Donetsk, en el este de Ucrania, las fuerzas de cohetes y artillería de Rusia eliminaron «unidades y equipos militares de la brigada de Asalto de Montaña número 10 de las Fuerzas Armadas de Ucrania».
Aparte, el Ejército ruso ha bombardeado en las últimas horas 41 poblaciones en el Donbás, en el este de Ucrania, donde se encuentran las regiones prorrusas de Donetsk y Lugansk, informaron este jueves fuentes del ejército ucraniano.
Con información de EFE