El de San Pablito es un mercado especializado en pirotecnia, una de las principales fuentes de trabajo en la población de Tultepec, Estado de México, y el único que cuenta con la autorización de la Secretaría de la Defensa Nacional para manejar y almacenar productos de pólvora y venderlos al público, es por eso que el incendio del día 21 azotó con tanta fiereza a locatarios y visitantes, propagándose de manera explosiva entre los expendios de fuegos artificiales.
La diferencia con anteriores eventos en el mismo mercado reside en que es la primera desde que fuera remodelado, y los puestos de lonas sustituidos con estructuras de tabique. Fueron los tabiques los que por la fuerza de la explosión pusieron en peligro la vida de los vecinos, que viven tan solo cruzando la calle, y los mismos tabiques probablemente tuvieron relación con el alto número de víctimas fatales, 31 hasta el día de hoy según cifras oficiales.
Los vecinos están seguros de que se seguirán fabricando fuegos artificiales en el pueblo, pues para ellos es una manera tradicional de ganarse el sustento, pero Ángel Sánchez, quien sintió la explosión «como si fuera un terremoto», no sabe cual será su futuro, y mientras observa las cenizas se refiere a eventos similares en 2005 y 2007. «Ya van tres», dice.
