Ecuador es un país de América del Sur, liderado por el presidente demócrata Lenín Morales, con una población estimada de 17 millones 300 habitantes de los cuales, a principios del año pasado, unos 547 mil eran venezolanos, según cifras oficiales del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Y así como ha ocurrido en otros países, los casos de xenofobia de ecuatorianos contra venezolanos se han incrementado. Daniel Regalado, el presidente de la Asociación Civil Venezuela en Ecuador AC, contó a Hispano Post que los casos xenófobos aumentaron de 1 a mil: Se han generalizado mucho.
Regalado explica que en muchos casos las acciones de odio hacia los migrantes, que no necesariamente se limitan a los venezolanos, son alentadas por los maestros, patronos de empresas, padres y representantes.
En Venezuela nunca sentí el egoísmo, aquí me han ofrecido hasta puñaladas por trabajar en la calle, contó Albany Bravo, una madre de familia que emigró a Ecuador hace aproximadamente dos años y que, mientras lograba estabilizarse con su esposo e hijo en un país distinto, trabajaba de la economía informal en zonas cercanas a al centro gubernamental.
Bravo recordó que llegó a Ecuador seis meses después que su esposo. Agradece que su hijo jamás ha sido víctima de actos xenófobos ni por parte de sus maestros ni de sus compañeros de clases. Sin embargo, esa no fue la suerte que ella corrió cuando decidió salir a trabajar. Obviamente no es fácil porque uno deja atrás años de estudios, en mi caso tenía en marcha una carrera judicial. Llegar a un país nuevo con una cultura totalmente distinta a trabajar de lo que sea. Yo llegué a trabajar vendiendo cosas en la calle, me rodeaba de venezolanos.
En una oportunidad una señora de otro grupo se me acercó a insultarme. Gritaba: Venezolanos, váyanse a su país. Ella lo que quiere es que acabe con el rostro de ella. Como yo soy bajita, un compañero siempre me aconsejaba que no le diera la espalda a los que me insultaban porque ya habían agredido a otra venezolana. Esa es la forma de atacar a las mujeres.
Regalado reiteró que los ataques contra venezolanos son bastante comunes: Las mujeres han sido tratadas de manera violenta por ser venezolanas, las han estigmatizado con agresiones verbales, escritas y físicas; así como, tratos injustos. A los hombres los persiguen y los catalogan como asesinos, ladrones o gente de mal vivir. Los ecuatorianos, en su defensa, dicen que no tienen trabajo porque los venezolanos se los llevan todos.
¿Migrar igual a tragedia?
La semana pasada, el politólogo John Magdaleno, a través de sus redes sociales denunció el caso de un niño venezolano de 5 años de edad que fue agredido por una docente y compañeros de clases en la Escuela 12 de octubre, de Quito. Al principio fue atacado presuntamente por una maestra. Posteriormente, tomaron por sorpresa al niño venezolano de 5 años en el recreo y, mientras uno lo sujetó, otro lo golpeó. Le partieron la nariz. Tiene traumatismos en el cuello. Los padres están fuertemente conmovidos, tuiteó Magdaleno.
Regalado aseguró que a diario se conocen casos de ataques o agresiones producto de la xenofobia. Sobre el niño de la Escuela 12 de octubre puedo decir que está fuera de peligro, pero como él muchos han sido los afectados por la falta de conocimiento de los ecuatorianos. Conocemos el caso de una chica de 15 años de edad que fue violada por el hijo de la casera a donde llegaron, un muchacho ecuatoriano. Hoy la víctima y su familia son protegidos por la Fiscalía y cuidan su identidad.
Insistió en que muchas veces la violencia es generada por quienes asumen la tutoría de los menores: maestros, profesores, padres y representantes. Los niños son una esponja y terminan siendo el reflejo de lo que somos nosotros. Tenemos casos de niños agredidos por sus propios maestros, estigmatizados porque según vienen de una familia de asesinos que les roban la comida a sus familias.
Otra venezolana que prefirió no dar su nombre contó a Hispano Post: Tengo un niño con asperger y en su primer año tuvo un ataque de xenofobia por la profesora y el año anterior fue víctima de acoso escolar por sus compañeros de clase.
¿Qué se está haciendo?
En agosto de 2018 el gobierno de Ecuador comenzó a exigir pasaporte a los venezolanos para poder ingresar al país. Un año después, el Decreto Ejecutivo #826 que entraba en vigencia el 26 de agosto obligó a los migrantes que viajaban en esas fechas a apurar el paso antes de que comenzaran a solicitarles una visa humanitaria. Esto fue tomado como una medida de precaución y contención, pues se estimaba que unos 4 mil venezolanos ingresaban a diario al país andino desde la frontera colombiana.
Sobre las situaciones violentas, Regalado explicó que en ocasiones las denuncias son ignoradas porque los hechos violentos los comenten fuentes políticas alternas al Gobierno Nacional y el Ejecutivo se escuda en ellas para justificar las deficiencias que tienen para aplicar los derechos humanos de los venezolanos.
Bravo denunció que las autoridades exigen pruebas audiovisuales para procesar una denuncia. La policía lo que dijo fue que si no había un video donde se demostrara la amenaza no se podía hacer nada. A mí en Venezuela nunca me habían ofrecido ni siquiera golpes, aquí hasta puñaladas y por trabajar en la calle.
Para contrarrestar estos ataques que se han presentado en varios países, durante el pasado mes de marzo, la Acnur inició una serie de actividades en diferentes naciones con la intención de combatir la xenofobia, por ejemplo, en Ecuador fue: «Brazos que unen». Regalado dijo que desde de la Asociación Civil Venezuela en Ecuador AC, se está adelantando una campaña para sensibilizar a la ciudadanía.
La Fiscalía ahora está tomando medidas, se ha dado cuenta que no son casos aislados. Hablamos abiertamente con los empleados públicos para pedirles sensibilización a su personal, respeto hacia las personas de otras nacionalidades. Siempre guiados en el respeto de los derechos humanos e integración pluricultural.
El próximo sábado 9 de noviembre, la Asociación Civil Venezuela en Ecuador AC en conjunto con varis ONG nacionales realizará un Festival Cultural entre Ecuador y Venezuela, llamado Zapallo y Auyama, para mostrar las diferencias y similitudes entre ambas culturas. Mostrarles a los ecuatorianos nuestra realidad y cómo se puede hacer una simbiosis de este enriquecimiento multicultural, finalizó Regalado.
Bravo concluyó que, a pesar de los malos recuerdo de su llegada hoy se siente mejor en Ecuador. La experiencia ha sido un proceso evolutivo, fue fuerte al principio adaptarme y conocer. Qué decir y cómo decirlo. He aprendido a hacer caso omiso a esos comentarios, nos hace falta pasar por momentos duros para ser humildes y agradecer. Hoy tengo casi dos años aquí. Actualmente trabajo por mi cuenta y el 99% de mis clientes son ecuatorianos.