En los primeros 15 días de junio casi se duplicó la cifra de fallecidos por COVID-19 que Venezuela contabilizó en tres meses, al pasar de 14 a 26 muertos, y los casos positivos aumentaron de 1.510 a 3.062. Registro que ocurre en el mismo mes en el que el país inició la flexibilización comercial y laboral.
Infectólogos revelan que el aumento constante inició incluso antes de que se dictase la llamada nueva normalidad y ello acarrea el riesgo de flexibilizar en un momento donde el país muestra una tendencia ascendente.
En las últimas cuatro semanas hemos visto una tendencia ascendente en el reporte del número de casos de COVID-19, por lo que la flexibilización, en este momento, es preocupante desde el punto de vista de salud pública dijo la presidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología (SVI), María Graciela López, quien detalla que el Ministerio de Salud ha ignorado esta alerta hecha por la SVI.
López explica que la flexibilización razonable se realiza cuando se ve una tendencia constante al descenso del número de casos y de la mortalidad, las pruebas PCR se mantienen realizándose ampliamente en todo el territorio nacional y las capacidades de atención están cubiertas, pero la realidad es que Venezuela actualmente registra un aumento de casos y fallecidos de una manera apresurada a la de los meses previos.
Un médico infectólogo, cuyo nombre mantendremos en reserva por su seguridad, enfatiza que la aparición de casos se ha acelerado en el último mes, por lo que pareciera que ya comenzó la fase exponencial de la epidemia y la magnitud de este aumento de casos dependerá del cumplimiento de las medidas preventivas.
El estudio Aspectos Psicosociales Asociados a la COVID-19, realizado por el Centro de Investigación y Evaluación Institucional de Abreu y Angelucci de la Universidad Católica Andrés Bello (CIEI-UCAB), muestra que los 2.011 encuestados, cuya mayoría reside en Venezuela, conocen qué es esta enfermedad, sus síntomas y las medidas básicas de protección, sin embargo, solo 75% de ellos se cuida mediante el uso mascarillas y 45%, de guantes.
Esas cifras se ven en evidencia cuando en la calle la mayoría de los venezolanos tiene tapabocas, pero de la manera incorrecta. Saben que forma parte de las medidas de prevención, más no lo usan siempre o como se debe.
La presidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología señala que el aumento de casos tiene explicación en la disminución del cumplimiento de la cuarentena notado desde mayo, el aumento en la entrada al país de ciudadanos por las fronteras, el reto en el adecuado control y diagnóstico que esto implica y la limitada realización de pruebas diagnósticas.
El jefe de servicios de Infectología del hospital de Los Magallanes de Catia, Carlos Pérez Pérez, opina que el país no se encuentra en un buen momento para hacer una flexibilización y detalla que la cuarentena se debe prolongar por 90 días más, tal como acaba de suceder en Chile.
Estima que esta semana se contagie un promedio de 2,2 venezolanos por cada diagnosticado. Añade que este aumento de casos era lo esperado debido a los casos crecientes en los países vecinos a Venezuela, sumado a la flexibilización decretada, más el despistaje insuficiente.
El infectólogo que prefirió guardar su nombre en reserva añade que ya en el país estamos en una fase de aumento y si se prolonga la flexibilización podremos ver una explosión de casos que sobrepase la capacidad de respuesta de los centros de salud, por ello recomienda que la flexibilización no sea por mucho tiempo.
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