“Alguna vez Caracas fue llamada la ciudad de los techos rojos. Hoy yo quisiera cambiar eso a ‘Caracas, la ciudad de los techos verdes”, afirma Alí Olivero, director fundador de Verde en Concreto CA y de Urban Farms CA.
Explicó que “Verde en concreto” es un juego de palabras para ilustrar cómo «el sistema de acuaponía permite usar espacios impensables para la agricultura tradicional, es decir, no requerimos de tierra o de suelo, como se conoce normalmente”.
“Si tenemos espacios en la ciudad como azoteas terrazas de concreto o de cemento, estamos hablando de que vamos a colocar el verde sobre el concreto. Yo quiero convertir a Caracas en la ciudad de los techos verdes”.
Sobre la acuaponía, Olivero destacó que se trata de una técnica de producción agrícola, donde se combina la acuicultura -cría o cultivo de organismos acuáticos- y la hidroponía orgánica -cultivo de plantas y vegetales en agua o solución nutritiva o sin uso de tierra-.
«Esta combinación de técnicas agrícolas está en simbiosis, gracias a la presencia de bacterias nitrificantes, las cuales van a transformar los compuestos nitrificantes de manera tal que las plantas podrán absorber por sus raíces los compuestos en forma de nitratos, devolviendo así el agua limpia y filtrada a los peces u organismos acuáticos”, agregó.
Posteriormente, según dijo, “los peces generan los nutrientes para las plantas y las plantas devuelven el agua limpia a los peces. Claro está que sin las bacterias no es posible dicho proceso. Por esta razón podemos decir que es un sistema o método biológico u orgánico, y no se pueden usar agrotóxicos bajo ningún concepto, ya que afectaría la vida de organismos acuáticos y de nuestras bacterias nitrificantes. Agreguemos recirculación permanente de agua, impactando positivamente al ambiente, ya que se ahorra mucha agua”.
Más agua, más vida
Olivero comentó que esta idea surgió hace unos 10 años, aproximadamente, de manera fortuita luego de que buscara a través de Internet información sobre la acuaponía: “Estaba buscando cómo construir un jardín vertical y me pareció increíble ncómo funciona la acuaponía. Desde ahí no he dejado de estudiarla y trabajarla. Ya son cinco diplomados en Argentina, México y Estados Unidos y diversos cursos y talleres online; además de tres congresos internacionales sobre acuaponía”.
Menciona que la acuaponía como ciencia es relativamente “moderna». «A finales de los años 60 se empiezan las investigaciones, pero hay que decir que existe desde tiempos inmemoriales. Por ejemplo, los jardines colgantes de Babilonia eran acuapónicos; los cultivos de Mayas y Aztecas, llamados Chinampas son acuapónicos”.
Olivero indicó que hay que tener claro que este método impacta de manera triple a nivel ambiental: ahorro de agua, baja huella de carbono al usarse en ciudades, el no uso de suelos y aprovechamiento de espacios impensables para la agricultura tradicional, entre otros.
Destacó que otro beneficio es el impacto social, porque genera “puestos de trabajo de calidad, educación ambiental, producción de alimentos limpios de agrotóxicos, abastecimiento de alimentos localmente, remuneración y puestos de trabajo localmente. Además, impacta financieramente, al generarse una cadena productiva en la ciudad o donde se practique”.
Dado que su proyecto Verde en Concreto ha ayudado a mejorar al país en los aspectos mencionados anteriormente, fueron galardonados con el Primer lugar de los premios al Triple Impacto, otorgado por el Impact Hub Caracas, pues “el público en general se beneficia de esta práctica agrícola de triple impacto”.
Razón por la que Olivero resalta la buena receptividad que ha tenido el proyecto en la colectividad caraqueña: “Hasta ahora ha sido impresionante la aceptación. Muy pocos conocen la actividad. Por ello, agradecemos mucho toda la difusión que se pueda hacer sobre la actividad, ya que se puede practicar en mínimo espacio en cualquier lugar. Es tan simple como que hay que darle las condiciones óptimas de vida a peces, bacterias y plantas”.
Más detalles del proyecto
Sobre Verde en Concreto, su fundador mencionó que “como empresa están funcionando desde el año 2019, «pero estoy en la actividad desde hace 10 años. Empecé a practicarla en mi oficina a pequeña escala y hemos ido creciendo a lo que tenemos hoy en día”.
Al sol de hoy, se puede encontrar este avance ambiental en zonas de los municipios Chacao y Baruta, además del estado Carabobo. “Estamos en Chacao y Prados del Este en Caracas, en espacios de 300 metros cuadrados y 100 metros cuadrados, respectivamente, y en Guacara, Carabobo, donde funciona la granja más grande del país, diseñada y construida por nosotros conjuntamente con los propietarios @acuaponiaguacara”.
Comentó que también diseñaron y crearon el huerto acuapónico de @greenhauskrause en Lechería, Anzoátegui. «Recientemente, diseñamos y construimos sistema acuapónico en el sector Las Casitas de Petare, en la casa de alimentación. Siendo éste un bonito proyecto donado o patrocinado por el departamento de Responsabilidad Social del Banco del Tesoro. Eso es un gran paso para humanizar los barrios, donde se les está enseñando a producir sus alimentos y a cosechar lluvia, entre otras actividades conexas”.
Entre los planes de futuro, Olivero resaltó que no solo es volver a Caracas «la ciudad de los techos verdes’» sino también “hacer crecer la red de productores para ir cubriendo la demanda de mercado con más y más oferta local. Ojalá transformemos todas nuestras ciudades y pueblos en zonas verdes, donde la economía circular sea la protagonista. Queremos ver en todos los mercados, nuestra marca ‘Verde en Concreto’, que la gente la identifique con alimentos de calidad y más que orgánicos, es decir, acuapónicos”.