El triunfo de Joker en las taquillas, el cual según CNN en español está considerado como el mejor de los estudios Warner en lo que va de año al alcanzar más de 93 millones de dólares en Estados Unidos y más de 290 millones en todo el mundo, estuvo rodeado de polémica desde el principio.
Protagonizada por Joaquin Phoenix y dirigida por Todd Philips, la cinta ha aglutinado la crítica a su favor, desde que ganó el León de Oro en la más reciente entrega del Festival de Venecia. Tanto que los más expertos la dan como una ficha segura para que él se lleve la estatuilla de mejor actor en los premios Oscar del año próximo.
Una de las lupas que tuvo la cinta encima fue la de la violencia. Ambientada en la Gotham City de 1981, gira en torno a la historia de un payaso venido a menos, quien trata de superar sus frustraciones cometiendo asesinatos. El antecedente de 2012, con el tiroteo masivo que se produjo en un cine de Colorado el día del estreno de The Dark Knight Rises, y en que murieron 12 personas y más de 30 resultaron heridos, hizo que se emitiera un boletín de alerta por parte de las autoridades en todos los cines de Estados Unidos para el viernes 4 de octubre.
El FBI y el Departamento de Seguridad Nacional hicieron la recomendación, luego de haber descubierto mensajes masivos que llamaban a repetir la acción. Los cines advirtieron que no permitirían la entrada de espectadores disfrazados, cosa muy común cuando se trata del estreno de alguna cinta de superhéroes, y reforzaron la seguridad en las salas.
Afortunadamente, la primera fase del plan parece que tuvo resultados, pues durante el fin de semana de estreno no se registraron hechos violentos en torno a la película. Las noticias más bien se centraron en lo bien que le fue vendiendo entradas y en el excelente recibimiento de la crítica en todos los países donde se vio.