La Iglesia San Miguel Arcángel de El Cementerio, en el municipio Libertador de Caracas, recibió a un grupo de voluntarios de la Red Humanista por Latinoamérica (RHL), capítulo Venezuela, que acudieron para hacer un donativo de tratamientos hipertensivos a la comunidad.
Al entrar al templo se puede observar un San Miguel Arcángel elaborado en mosaico hace 60 años atrás, para luego ser recibidos por el padre Wilfredo Corniel, párroco de la parroquia San Miguel. El recinto religioso albergó a unos 70 vecinos de la comunidad que recibieron sus medicamentos para uno y dos meses de tratamiento, completamente gratis.
La Red Humanista por Latinoamérica cuenta con representación en 18 países del continente. La entrega de medicamentos es parte de las obras sociales que realiza constantemente la organización para ayudar a los venezolanos frente a la emergencia humanitaria por la que atraviesa el país.
Marta Ascanio, quien vive en El Cementerio, se mostró contenta y agradecida con la ayuda. Estoy muy enferma del corazón y la tensión desde hace muchos años. Tomo Losartán y Coraspirina, que no se consiguen por ningún lado; por eso, tengo un mes sin tomarme el medicamento que debo consumir en las mañanas y tardes. Para no sentirme tan mal me pongo un granito de ajo debajo de la lengua. Por eso estoy muy agradecida con la ayuda que nos están brindando.
Así como Marta, Alicia Vásquez, residente de la avenida Los Higuerotes de la parroquia Santa Rosalía, deposita su fe en las infusiones para paliar el malestar. Ahorita estoy con un mareo, porque si no me tomo la pastilla me siento mal. Tengo que tomármelas todos los días, dos veces al día, 60 pastillas al mes de las que solo me tomo 30, porque en las noches no me las estoy tomando. No se consiguen los medicamentos y si se consiguen no se pueden ni comprar porque con ese sueldo no alcanza. Tomo tés de montes, como el malojillo, que no me hacen sentir bien, pero más o menos me ayuda un poquito.
Juan Torres, de 67 años de edad, quien padece de hipertensión y debe consumir dos pastillas diarias, aseguró que la dolarización de los medicamentos le ha dificultado su compra.
Desde hace tiempo que no consumo el medicamento, solo cuando mi hija tiene dólares que me lo puede comprar porque ahorita todo está dolarizado. La otra vez no pude comprarme una pastilla que necesitaba y me dio una trombosis, que me agarró el brazo. Cuando fui al médico me dijo: Menos mal que le agarró el brazo y no la cabeza, porque no la estuviera contando porque me faltaba una pastilla, dijo.
Torres también padece de prostatitis crónica. Tengo que tomar antibióticos, fui para El Llanito y me dijeron: No que los medicamentos no te los puedo dar porque no tienes dólares. Tengo la receta aquí y no los he podido comprar, mantengo el dolor en la próstata por eso. No tengo los dólares para comprar los remedios.
Para Leonardo Melo, quien vive en la calle 1ero de Mayo de El Cementerio, llevar la vida relajada es la clave para sobrevivir. Soy hipertenso, tengo que tomarme un Losartán Potásico a diario, pero no lo conseguía desde hace mes y medio. Trato de llevar la vida relajada, mientras las consigo. Lo que hago es que voy al Seguro, pido los récipes y luego voy a Farmapatria. S si no las consigo, me relajo. Hoy estoy agradecido con la organización y con la comunidad porque esta ayuda que me dieron, estoy recibiendo mi tratamiento para dos meses.
La medicina natural también es una opción para los hermanos José y Jesús Mijares, ambos residen en el barrio San Miguel de la Cota 905. José quien es hipertenso y diabético, tiene tres meses sin consumir sus medicamentos y para no sentirse tan mal me valgo de la medicina natural. Tomo agua de guanábana y semilla de cedro. No me siento bien pero tampoco me he sentido tan mal, agregó.
Por su parte, Jesús quien sufre de diabetes y del corazón, contó que últimamente ha conseguido sus medicamentos a través de donaciones y sino tomo medicamentos naturales que me recomendó una persona conocida del barrio.
No olvide ver nuestros reportajes en: www.hispanopost.com