Elva Ramos creía que su objetivo de vida era dedicarse a la crianza de sus hijos, sin embargo, hace tres años descubrió que su labor consistía en atender a muchos niños más, a través de la entrega diaria de platos de comida que atacan la desnutrición en Venezuela. Ahora, es una madre líder del comedor El Sinaí del programa Alimenta la Solidaridad y cada día sustenta a 71 pequeños de su comunidad.
Por el ingenio de un familiar fue apodada Wayú y en el comedor de La Isla, el primero en el que trabajó como voluntaria, no tardaron en repetir el término para referirse a ella. Sonríe y disfruta que la llamen así, pero destaca que ella no pertenece a esta etnia indígena.
A pesar de haber nacido en Maracaibo, Wayú vive desde hace muchos años en La Vega, una parroquia del municipio Libertador de Caracas, y se enorgullece de pertenecer a una iniciativa cuyo aporte beneficia a la comunidad, a la capital y al país.
Prepara la comida de la mano de otras tres madres que se turnan diariamente, pero tanto ella como Marvelys, son las líderes del comedor El Sinaí y coordinan a 30 voluntarias de la zona.
A inicios de junio de 2019, Unicef publicó que 3,2 millones de niños venezolanos les urgen asistencia en salud, nutrición y educación. El programa Alimenta la Solidaridad fue creado hace tres años por Roberto Patiño con el objetivo de disminuir o desaparecer la desnutrición infantil en Venezuela y actualmente proporciona almuerzos a 10 mil niños diariamente.
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