El acoso político, los bajos salarios y la falta de motivación han ocasionado la salida de muchos profesionales experimentados y con alto perfil académico y técnico que trabajaban en las empresas del Estado, aseguraron fuentes del sector que solicitaron guardar sus nombres en reserva.
Recordaron que el éxodo comenzó en 2012 para profundizarse a partir de 2017-2018. A fin de llenar ese vacío, señalaron las fuentes, las empresas estatales buscan captar personal muy calificado y con experiencia.
En ese sentido, de un tiempo para acá las empresas recurren a los contratos individuales para realizar un determinado proyecto.
«Una empresa me entrevistó para coordinar un proyecto, pero -además de las condiciones laborales poco atractivas- el documento oficial debía llevar mi firma en calidad de responsable. Esto me hizo pensar que a la hora de una irregularidad sería el chivo expiatorio», contó un profesional.
Las fuentes precisaron que en general las condiciones de trabajo incluyen el pago del salario de la nómina de la empresa en cuestión, las bolsas de alimentos y proteína (pollo, huevos, carne y sardinas) y de uno a tres bonos de 100 dólares cada uno.
«Necesito ese ingreso pues me quedé sin trabajo hace dos años cuando la empresa privada donde estaba cerró. Sin embargo, contratar con el Gobierno es un riesgo por los cambios de autoridades y directrices», narró un consultado.
Las fuentes precisaron que entre los organismos que están aplicando este tipo de contratos están la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), las hidrológicas, la industria petrolera, las telecomunicaciones y las empresas básicas de Guayana, entre otros.
Asimismo, aclararon que el número de personas captadas con esos contratos no tiene un impacto significativo en la alta tasa de desempleo abierto en el país, calculada por los expertos en más de 20%.
Entre los profesionales solicitados están ingenieros, abogados, economistas y planificadores.
El alto costo de la desprofesionalización
Igor Lira, directivo de la Federación Nacional de Trabajadores de Telecomunicaciones, sostuvo que la desprofesionalización en las empresas del Estado hace muy difícil cualquier esfuerzo de recuperación de las operaciones de estos entes.
«70% de los profesionales de las empresas públicas se ha ido al exterior o renunció para dedicarse a la economía informal», advirtió el representante de Fetratel.
Sobre la contratación de personal específico, destacó que el paquete con un ingreso global de 2.000 a 3.000 bolívares al mes no es suficiente para cubrir los gastos fundamentales del grupo familiar.
«Pero con esta búsqueda de profesionales con alto perfil y mucha experiencia, el oficialismo está reconociendo la desprofesionalización que ellos mismos provocaron», dijo Lira.
Las fuentes revelaron que los problemas principalmente presupuestarios -agravados con la pandemia de la COVID-19- de las universidades públicas frenan la incorporación de nuevos profesionales para llenar las vacantes de los que se van.
«Pero estos muchachos, así como los que egresan de las universidades privadas, tienen como norte irse del país donde no ven futuro debido a la crisis socio económica», sostuvo un consultado.
En cuanto a las universidades e institutos en manos del oficialismo, precisó que difícilmente llenan el perfil adecuado de especialización porque estas instituciones se centran en la parte ideológica y política, dejando de lado la formación profesional y técnica.