Los trabajadores venezolanos no solo tienen los salarios más bajos sino una seguridad social con mayores deficiencias del mundo en las áreas de salud y prestaciones dinerarias, aseguraron fuentes laborales. Cotizar toda una vida al Seguro Social no garantiza al trabajador una pensión digna, suficiente para cubrir los gastos esenciales, sostuvo el sindicalista Dick Guanique.
El coordinador del Frente Autónomo de Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato recordó que los pensionados del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales cobran un salario mínimo (40.000 bolívares al mes) que se les va en medicinas porque el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales ya no las provee.
En Venezuela, los trabajadores activos y pensionados no tienen garantizado servicios eficientes de salud en los centros del Seguro Social, los cuales como el resto de los hospitales públicos del país carecen de insumos y medicamentos, refirió el representante del Fadess.
Según estadísticas de las organizaciones laborales, 4,5 millones de trabajadores, junto con los empleadores del sector público y privado, cotizan al Seguro Social el equivalente a 4% del salario mensual para recibir la atención en salud y obtener una pensión al cumplir 55 y 60 años de edad las mujeres y los hombres, respectivamente.
Antonio Suárez, directivo de la Federación Unitaria Nacional de Empleados Públicos, refirió que las deficiencias de la seguridad social afectan a 3 millones de trabajadores del Estado fijos y contratados, los cuales cotizan al IVSS.
Advirtió que con los salarios tan bajos las contribuciones obrero patronales no hacen fuerte el pote de la seguridad social y es el Estado, a través del Fisco, el que aporta los recursos para pagar las pensiones de forma discrecional y de acuerdo con el ingreso por renta petrolera.
El dirigente de Fedeunep recordó que la saturación de los centros de los hospitales públicos y del IVSS hizo que los patronos optaran, hace más de 20 años, por contratar seguros privados de HCM y crear fondos administrados de salud.
Suárez resaltó que con la inflación y la reconversión monetaria de agosto de 2018, se volvió muy difícil para los empleadores contratar este servicio por lo costoso de las coberturas en perjuicio de los trabajadores y sus familias.