Los sondeos de opinión indican que 77% de la población desearía un cambio político en Venezuela, apenas 5% de los consultados habla de política como una prioridad personal, o un argumento para salir de la crisis nacional. Por mucho, afirman las encuestas, lo que al ciudadano promedio le interesa es cómo mejorar su situación personal. «No tengo ya edad para irme. No quiero pasar trabajo afuera. Tengo mis clientes. Mi proyecto es ese, seguir luchando en el país», afirma un hijo de inmigrantes italianos, propietario de una panadería en Maturín.
Las burbujas económicas
En un ambiente postelectoral, crece la ilusión óptica de las burbujas económicas, expresadas sobre todo en el comercio, mientras el grueso de la población se resigna a malvivir en la pobreza. Nuevos almacenes y automercados debutan en sectores muy identificados, en Maturín es en la zona de Tipuro donde tienen más presencia, mientras la tragedia social sigue su curso. Siguen creciendo los bodegones con productos importados. Ciertos negocios tradicionales conocen un segundo aire. Algunas marcas internacionales y multinacionales abandonan el país.los empresarios viven un pequeño repunte, que más bien parece un rebote tras tocar fondo. «Estoy decidido a continuar en el país, independientemente de (Nicolás) Maduro. Espero que se aproxime una salida, no sé cuándo, pronto. Tengo fe en que el año que viene el nuevo CNE pueda abrir las puertas de un nuevo referéndum revocatorio», argumentó otro de los monaguenses encuestados por El Periódico de Monagas.
El inocultable fracaso de la oposición
El fracaso de la oposición ha consolidado una desconexión muy extendida a los contenidos del debate público. Que cambien las cosas, ya no significa, necesariamente, votar por la oposición. Para Jorge Roig, empresario e importante vocero de la sociedad civil en el país, «el sentimiento de desconexión con la política es un hecho generalizado».
«Tendremos un desierto hasta 2024 (la fecha en la que debería haber elecciones presidenciales), y la obligación de construir una alternativa para la democracia en las elecciones presidenciales. La apertura dada por el Gobierno a los empresarios, ahora que los ingresos petroleros escasean, hoy es total. Faltaría impulsar el crédito en dólares y quitar el encaje a los bancos para fortalecer el crecimiento», dijo.
Consolidada ya la catástrofe, sectores de la población intentan beneficiarse de la tímida recuperación planteada en la económica este año, que, de acuerdo al economista y socio directivo de la firma Datanálisis, Luis Vicente León, podría estar cercana al 1 por ciento del PIB. En 2022, agrega, el aumento puede rondar los 5 puntos. El propio nivel de la hiperinflación, ha comentado el economista Asdrúbal Oliveros, parece camino a la extinción.
Algunas firmas de opinión en el país recogen que, entre quienes siguen viviendo en Venezuela, 63% de los consultados parece decidido a continuar en el país, y 34% tiene planes de emigrar o ha pensado en hacerlo. «La economía va camino a independizarse de la política en el país», afirma León. «El Gobierno profundiza la dolarización y procura promover la inversión, y de alguna manera depende de él, porque ya no cuenta con el ingreso petrolero. Esto no parece que vaya a cambiar».
Fuente: El Periódico de Monagas