Aumenta la incertidumbre y el dolor por caso de periodistas asesinados

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    “Paúl Rivas Bravo, 45 años, fotógrafo. Javier Ortega Reyes, 32 años, periodista. Efraín Segarra Abril, 60 años, conductor. Estos son los nombres de los integrantes del equipo de diario ecuatoriano El Comercio que fue secuestrado el 26 de marzo del 2018 en la provincia de Esmeraldas, frontera norte con Colombia, mientras hacían su trabajo, mientras realizaban una cobertura periodística sobre las condiciones de vida de los pobladores que habitan en esta zona, en la que en los últimos meses se han registrado varios atentados con explosivos”, reza en un comunicado, emitido por las tres familias.

    Dos semanas después, las marchas por su liberación no han cesado, los familiares se han reunido con el presidente Lenin Moreno y una televisión colombiana difundía un video con las imágenes de los tres miembros del equipo periodístico de El Comercio exponiendo lo que serían las condiciones de los secuestradores al gobierno ecuatoriano para su liberación. Aparentemente siguen en algún lugar indeterminado en la selva en la frontera entre Colombia y Ecuador.

    Aparecían encadenados y con varios candados. Rechazamos enérgicamente la mediatización del vídeo”, manifestaba el ministro de Interior, Cesar Navas.

    Tanto el presidente de la república en una reunión con los familiares de los secuestrados, así como en palabras de los ministros de Defensa, Patricio Zambrano, de la Cancillería del Ecuador, Fernanda Espinosa y el titular de Interior, trasladaban que “es la prioridad y se trata de devolverlos con vida” en un encuentro esta semana con la prensa internacional.

    Ricardo Rivas, hermano del fotógrafo secuestrado Paul Rivas, asegura que su hermano está “con vida, pero no está bien” tras ver las imágenes del equipo encadenado.

    Para Orlando Gómez, presidente de la Asociación de Periodistas Extranjeros en Ecuador y corresponsal de la revista colombiana Semana responde a las preguntas de HispanoPost desde su experiencia cubriendo las guerras de El Salvador y Colombia y su condición de colombiano en un conflicto político y fronterizo. “Ecuador no tiene la experiencia en este tipo de conflictos y debería pedir ayuda o colaboración y contar con fuerzas de EEUU” para evitar un rescate “a sangre y fuego”.

    Orlando Gómez no tiene dudas sobre cómo está gestionando el gobierno este secuestro. “Mal. Ocultaron los nombres de los periodistas secuestrados cuando ya todos los periodistas sabíamos quiénes eran los secuestrados”.

    Y para el presidente de los corresponsales extranjeros en Ecuador, lo que realmente demandan los secuestradores es “que se les deje abierto un corredor para ellos seguir haciendo sus negocios de narcotráfico”.

    “A quienes tienen retenidos a Paúl, Javier y Efraín queremos pedirles que nos devuelvan a nuestros hijos, a nuestros padres, a nuestros hermanos, a nuestros nietos, a quienes amamos profundamente. Que sepan que estos siete días sin saber de ellos han sido dolorosos, llenos de ansiedad, que las noches se hacen días -y viceversa- y que lo único que deseamos es que en la próxima comida ellos estén en nuestra mesa como hace una semana cuando partieron desde Quito con la convicción de que con su trabajo garantizaban el derecho humano a la comunicación”.

    Desde el ataque con coche bomba en San Lorenzo a principios de año, el nombre ‘Guacho’ ha aparecido constantemente en los medios como el posible responsable de todo tipo de atroces crímenes ocurridos en la frontera norte del país. Estos van desde el tráfico de drogas hasta el asesinato y secuestro de ciudadanos ecuatorianos y colombianos.

    Se lo conoce por su alias: ‘Guacho’, pero también se lo ha identificado con los nombres Walter Patricio Arizala y William Quiñónez. Era comerciante antes de unirse a grupos paramilitares. Actualmente, el gobierno colombiano lo considera un objetivo de alto valor y ofrece 300 millones de pesos (poco más de cien mil dólares) como recompensa a quien ofrezca información que facilite su captura.

    En horas de la tarde de este jueves, la cadena colombiana de televisión RCN, ha revelado que recibieron fotografías relacionadas con la situación del equipo periodístico secuestrado, las cuales hasta el momento no han sido confirmadas por familiares o autoridades competentes de ninguno de los dos gobiernos.

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