La falta de dinero en efectivo para dar propinas y vuelto fomenta la creatividad en la población y una forma es apelar a los cigarrillos para resolver el inconveniente, aseguraron afectados que solicitaron guardar sus nombres en reserva.
«Dar unos cigarritos al parkeador del estacionamiento público donde guardo el carro me resuelve el problema de las propinas», contó un vecino en Candelaria.
Agregó que es difícil disponer de bolívares físicos para dar la propina. «Antes daba un dólar, pero con la inflación eso se acabó», sostuvo.
Empleados de estacionamientos públicos refirieron que los cigarrillos son de uso personal, pero quienes no fuman los cambian o los venden y así tienen «un dinerito extra».
Un vendedor ambulante de verduras en el bulevar de Catia narró que cuando vende y tiene poco efectivo le propone al cliente darle el vuelto en cigarrillos. «Por lo general, la gente acepta el trato», dijo.
Vigilantes, llenadores de bolsas en comercios y supermercados, conserjes, motorizados de delivery y hasta cajeros de agencias bancarias son algunos de los beneficiados con esa propina en especie.
Los consultados revelaron que compran cigarrillos importados porque son más económicos que los manufacturados en Venezuela. En efecto, una cajetilla con 20 cigarrillos de origen importado cuesta un dólar mientras que una cajetilla o un paquete -también con 20 unidades- del producto nacional se consigue en los comercios a entre 13,50 y 14 bolívares.
Fuentes allegadas a la industria tabacalera venezolana advirtieron que el sector enfrenta una competencia desleal, pues el producto importado no paga impuestos.
«El impuesto fiscal a los cigarrillos, tabacos y picadura es muy elevado. No nos oponemos a pagar el tributo, sino a que la mercancía importada entre al país libre de impuestos», manifestó un consultado.
Destacó que la industria tabacalera nacional emplea directamente más de 3.000 personas en la cadena productiva. Conforme a la Ley de Impuesto sobre Cigarrillos y Manufacturas del Tabaco, el Fisco se queda hasta con 70% del PVP (Precio de Venta al Público) de esos productos.