¿Con quién se “debería negociar”?

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Si desconocéis  al mismo tiempo al enemigo

y a vos mismo, podéis estar seguro

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que os encontraréis

en peligro en cada batalla

Sun Tzu, El arte de la guerra,

El comportamiento errático de lo que todavía da en llamarse “la oposición” revela que, o bien no se han leído a Sun Tzu, o no lo han comprendido; probablemente ambas cosas, porque la casi totalidad de esos pseudo-líderes adolecen de tanta incultura, como sus contrincantes. Cree esa mayoría “sabrosona” que “se las sabe todas” y sin embargo no se percatan que como Don Quijote después de la batalla contra los molinos de viento o en la aventura de los rebaños, varias veces han terminado con unas cuantas costillas rotas y alguno que otro diente perdido en el campo de batalla. Tampoco se percatan, según se le atribuye a Einstein, que es locura hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados. Recordemos los diálogos en Noruega, Santo Domingo, o las gratas “conversas” con Zapatero …

         El tema de estas palabras comienza por conceptualizar, tanto para la llamada oposición como para sus contrincantes, lo que en Derecho se tiene como la legitimación-cualidad, espléndidamente expresado por el Maestro Luis Loreto. Dice el Maestro: “El problema de la cualidad entendido de esta manera, se resuelve en la demostración de la identidad entre la persona que se presenta ejercitando concretamente un derecho o poder jurídico o la persona contra quien se ejercita, y el sujeto que es su verdadero titular u obligado concreto”. (LORETO, Luis, Estudios de Derecho Procesal Civil, Contribución al estudio de la excepción de inadmisibilidad por falta de cualidad, Ed. UCV,  1956,65 y ss.).

Comencemos por casa: 1) La defenestración-castración de los partidos políticos tradicionales sin razón o quizá con alguna y gruesa (dirigencias enquistadas en sus puestos por más de 20 años, programas antiquísimos, desactualizados y muchos más etc.), decapita las iniciativas para contradecir la situación que padecemos desde hace 20 años (que si es algo, después de todo). Luego de leer la primera parte del clásico de Maurice Duverger, “Los partidos políticos”, no queda otra convicción sino que la política real se juega es precisamente, mediante los partidos políticos. Las individualidades puras son excepcionalmente exitosas. Por tanto, sin partidos políticos plausibles, con representación y confianza razonable de sus adherentes, no hay juego político posible para ambos lados. Habrá voces gritando al vacío, tal como ha sucedido ya en demasiadas ocasiones; 2) Los líderes políticos relevantes están prácticamente ausentes. Lo telúrico de Betancourt, Villalba, Caldera, Pérez, no se divisa por ningún lado. A Capriles –hace rato- y a Guaidó, les pasaron los 15 minutos de gloria: muy pocos creen en ellos; 3) En el club de políticos de oficio que resta, en efecto, hay por cierto hay sujetos muy valiosos e interesantes: Patricia Ceballos, Carlos Vecchio, José Manuel Olivares, Gaby Arellano, Juan Miguel Matheus, Freddy Guevara, Miguel Pizarro, los hermanos Tomás y Juan Pablo Guanipa, entre otros,  y sobre todo y en mi criterio, la persona más coherente, ilustrada y precisa, que es María Corina Machado. El PSUV no cuenta someramente con un “bullpen” de esta categoría.

Pero no se les ha visto una voluntad verdaderamente enfocada para confrontar el problema, celebrando un pacto de cohesión para acabar con esta lacra “sanguazo-rojiza” (ya hasta perdió el color) para que después cada quien gestione sus intereses particulares; 4) Finalmente, es importante considerar el hecho de que “la democracia ha dejado de interesar a muchos venezolanos”. Considero que la razón fundamental es esta: Se ofreció demasiado y se esperó también demasiado. Es un claro caso de la oferta engañosa de los políticos o “prebendarios de oficio” como los llama Max Weber, ofreciendo villas y castillos, tomos y  más tomos de “infinitos proyectos de gobierno” que se incumplieron en un 99,95% las más de las veces, esperando esos politiqueros solamente subidos en las torres de la ambición y la soberbia (Sancho Panza dixit), y como su mujer: montarse en un carro con chofer, “la máxima aspiración”. Vocación de Servicio Público: inexistente, desdeñada, desconocida.

Pero también influye en esta abulia, una clara posición victimológica de los electores a quienes se les aplica aquella sapientísima expresión del bolero “miénteme más que me hace tu maldad feliz”; siempre aguardando la dádiva. Servicio público, solidaridad, empatía, nada de nada y su consigna máxima: “Yo no me meto en política” (ni en las Juntas de Condominio, ni en las Asociaciones de Vecinos), “la política no me ha dado nada”. Pero si te ha quitado mucho o todo, como estamos viendo.

En la otra ribera: 1) El PSUV es un pellejo-despojo inexistente, sus integrantes ostentan a la incultura como su más preciado bien, desbandada total, fisuras por todos lados; eso sí, aprovechamiento máximo de los conectados “socio-listos” por doquier, comprando inmuebles por todas partes, donde nunca soñaron que podrían vivir por sus propios méritos legítimos y apoyados –de momento- en la pura y simple fuerza; 2) Los capitostes, desde la presidencia hasta el del mazo, etc., muy aparte de aprovecharse de la situación con funcionarios públicos, notarios, registradores etc. para llevar a cabo sus tropelías, no presentan alguna voluntad de servir, de ser útiles; 3) Finalmente esta nomenklatura no está, apta, capacitada ni motivada, como para siquiera en lo mínimo, desempeñarse en el oficio de gobernar.

Pero lo mas relevante, es que son simples muñecos de ventrílocuo: En el fondo no gobiernan, son mandaderos y siempre están viendo por el espejo retrovisor para seguir las órdenes del verdadero amo.

Ante este desolador panorama ¿cómo es que se pudiese llevar a cabo alguna negociación útil?.

Eso sería posible, parafraseando al Maestro Loreto, negociando con quienes tienen un auténtico-cierto-verdadero poder político y en frente a quienes pudieran ser interlocutores válidos en una real contra-parte negocial.

De nuevo el Derecho: La máxima romana “possideo quia possideo”, traducida simplemente significa, poseo porque poseo. La detentación es la clave de todo el sistema posesorio civil; esto en lo gubernativo, es sofisticadamente llamado:  “el poder normativo de lo fáctico” (Jellinek). O sea, en simples y directas palabras: “EL PODER DE LA FUERZA Y LA FUERZA DEL PODER”.

¿A qué viene esto?. Ni lo que se llama “oposición”, representada en estos mostrencos pseudo-partidos políticos, asociaciones aficionadas, ni la estructura de poder pseudo-formalizada y mal llamada “el gobierno”, tienen actualmente cualidad-legitimación para celebrar negociación alguna con el fin de salir de este entuerto-pantanoso en el cual se encuentra el país.  

Entonces ¿quiénes son los legitimados para negociar una transición razonable?.

I.- Por un lado, EL PODER O ESTAMENTO MILITAR,  que de manera indiscutible, por la naturaleza de los hechos, resulta ser el verdadero legitimado. Moléstele a quien le moleste, esto es una realidad del tamaño del cerro “El Ávila-Wuaraira repano”: LA FUERZA DE LA RAZÓN Y LA RAZÓN DE LA FUERZA. Primeramente, los militares, están desesperados por salir de esta situación: No son ni tienen especialistas económicos, que determinen un curso de acción que encuentre una ruta en la cual Venezuela recobre un cierto equilibrio que le permita sobrevivir, ir a Miami, tener su platica en Us$; sin dádivas chinas o soviéticas (las menos), pues ya no es tan simpático apoyar a un país que ha resultado inepto para sobrevivir, es sumamente costoso (esto no es Cuba) y donde se espera una especie de implosión terminal, aunque los países no mueren tan fácilmente. Además, adolecen los militares de técnicos de otras especies, médicos, industriales y muchos otros etc.; simplemente porque no fueron preparados para las labores de gobernanza efectiva.

 En fin de cuentas, si se ganasen las elecciones, en el primer momento serían designados “protectores” en cada sitio que les interese, como resultó en el Zulia o en el Táchira: de manera que nada se ganaría, si el interlocutor directo no fuese EL ESTAMENTO MILITAR.

II.- Por la oposición. Lo primero consiste en que deben racionalizar sus aspiraciones, que entiendan que no son inmediatas, sino a mediano plazo. Reorganizarse de manera NO INSTITUCIONAL, para no ser bloqueados por el ignominioso TSJ, sentarse a discutir el asunto CON LOS MILITARES, y con la asistencia de INTERLOCUTORES DE PRIMERA LÍNEA Y ASESORES VÁLIDOS PARA LA OPOSICIÓN EN ESTE TEMA: Coronel (r) José Machillanda, Sebastiana Barráez y Rocío San Migual. Estas personas conocen bien de los movimientos internos en el ámbito militar y su oficio será verdaderamente provechoso.

Conociendo al enemigo (Tsun Zu dixit), que entonces “la oposición” reorganice sus cuadros con gente idónea y apoyados en los expertos en el área militar y  sin más, que se proceda a conversar CON EL ESTAMENTO MILITAR, que es el real interlocutor válido y con nadie más, la salida a esta vergonzosa y triste situación. EXPLICIT.

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