La historia del cine venezolano cuenta con actores valiosos que se han convertido con el transcurso del tiempo en una referencia. No solamente para quienes estén interesados en seguir sus pasos, sobre todo para el público que recuerda sus interpretaciones por razones diversas.
Daniel Alvarado es uno de ellos.
El actor zuliano protagonizó algunas de las películas más emblemáticas de la filmografía nacional. Hace poco volví a ver Desnudo con naranjas (1995), la cinta de Luis Alberto Lamata protagonizada por Alvarado y Lourdes Valera.
El largometraje inspirado en el relato El genio de la botella de Robert Louis Stevenson, ambientada en los años de la Guerra Federal venezolana de mediados del siglo XIX, cuenta la historia de amor entre Margarita, La mudita (Lourdes Valera) y El capitán (Daniel Alvarado), quienes en la soledad y la desgracia se encuentran.
La película es memorable por muchas razones, pero destaca en gran medida debido a sus actuaciones. Tanto Lourdes Valera como Daniel Alvarado, y el resto del elenco, trasmiten a plenitud la emoción que rige todo el largometraje: el descubrimiento de un paraíso dentro de un infierno.
En Desnudo con naranjas, Alvarado cobra relevancia por su porte y la naturalidad de su interpretación. Gracias a este rol ganó ese año como Mejor Actor en el Festival de Biarritz en Francia.
Otro clásico en su filmografía definitivamente es Macu, la mujer del policía (1987) dónde interpreta a Ismael, un personaje basado en una persona real.
Contada de forma retrospectiva, la cinta muestra por retazos lo que ha sido la vida de la protagonista. Macu (María Luisa Mosquera) comienza una relación desde la niñez con Ismael (Daniel Alvarado) para luego vincularse con Simón (Frank Spano) provocando el desmembramiento de lo que hasta ese momento conoce como su vida.
Esta cinta, más que un triangulo amoroso, es una postal sobre las consecuencias de la pobreza, el hacinamiento y la falta de orden.
Alvarado caracteriza muy bien a este hombre que bajo una apariencia común y corriente esconde rasgos de psicopatía que se ponen de manifiesto en circunstancias imprevistas.
Otro rol que bordea la locura, y que más allá de la calidad general de la película, nos permite disfrutar de una muy buena actuación por su parte es el que realiza en Con el corazón en la mano (1989).
Aunque esta cinta de Mauricio Walerstein a ratos parece un ejercicio cinematográfico de Bigas Luna y una anticipación ramplona de la película polémica y sobrevalorada de Gaspar Noé, Irreversible (2002) Alvarado brinda una actuación notable.
De igual modo en Disparen a matar (1991), su representación de un policía corrupto es absolutamente verosímil.
Particularmente no creo en un cine panfletario cuyo mérito sea vender un mensaje. Hay películas mal hechas que venden mensajes y películas bien hechas que no pretenden convencer y que solo existen para el divertimiento del público. Más allá de su temática, valiosa y vigente, Disparen a matar de Carlos Azpúrua es una cinta que nos permite asistir a muy buenas interpretaciones. Daniel Alvarado, Amalia Pérez Díaz y Jean Carlo Simancas destacan en los roles principales.
Todas estas maravillosas películas las puedes encontrar online y en DVD.
El cine venezolano es parte de nuestra historia, verlo es volver a un país que actualmente muchos dan por perdido.
Luisa Ugueto Liendo
@luisauguetol ?