La designación de Armando Benedetti como embajador de Colombia en Venezuela al principio satisfizo; sobre todo, a representantes del gobierno de Nicolás Maduro dado que se trata de un personaje que no le era ajeno y por la cercanía que ha mostrado con el presidente Gustavo Petro durante la campaña electoral, señala el semanario Exclusivas Económicas.
Sin embargo, a menos de un mes de presentar credenciales en Caracas, comenzó a generar preocupación en Colombia por sus declaraciones respecto a la apertura de frontera y el caso de la empresa Monómeros, agrega la publicación.
Más recientemente también ha generado molestias entre los representantes del gobierno de Maduro en relación con la autorización de vuelos de la aviación comercial; sobre todo, por lo que compete al Instituto Nacional de Aeronáutica Civil de Venezuela (INAC) por el restablecimiento de conexiones aéreas entre los dos países.
A lo anterior se suma, de acuerdo al semanario, que la postura notoria que Benedetti ha tenido en declaraciones y mensajes por Twitter contra la oposición venezolana, apunta más a los vínculos que tuvo o tiene con el expresidente colombiano Iván Duque que a la labor diplomática.
En Bogotá se asegura, añade Exclusivas Económicas, que Petro estaría evaluando un cambio, pero se aclara que resulta prematuro hacer una remoción en un momento que se acaban de restablecer las relaciones diplomáticas, se están dando los primeros pasos para una apertura comercial y se trata de propiciar una negociación para que Venezuela se reinserte en la Comunidad Andina de Naciones.