La renovación de la exoneración del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) es la confirmación de que este tributo llegó para quedarse sin modificación alguna, según se pudo conocer por una fuente cercana al Ejecutivo, afirma el semanario Exclusivas Económicas.
A pesar de las grandes críticas que ha recibido la implementación de este impuesto por la desaceleración que creó en la economía, su revisión está descartada: no habrá eliminación ni recorte de la alícuota, señala la publicación.
La razón tiene que ver con que el IGTF se ha convertido en el segundo impuesto de mayor recaudación del país. Por lo tanto, es uno de los favoritos del Gobierno de Nicolás Maduro, indica el semanario.
Si bien dentro de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional se recibieron algunas observaciones privadas en cuanto a la negativa incidencia que este impuesto ha tenido en la dolarización de la economía y también la carga que representa, desde el Ejecutivo se dio la orden de no modificarlo ni eliminarlo.
Según Exclusivas Económicas, el impuesto también ha servido para desnudar la diferencia de criterios de las organizaciones gremiales del sector privado. Por un lado, Consecomercio y la Cámara de Caracas han señalado públicamente y ante el sector oficial la necesidad de eliminar el impuesto por la carga que representa. En contraste, Conindustria se ha mostrado tímida para opinar al respecto y Fedecámaras es de la opinión de bajar la alícuota.
En un momento en el que el Seniat ya sabe que la recaudación de este año del Impuesto Sobre la Renta podría ser menor a la estipulada, el IGTF se convierte en uno de sus prioritarios y de allí su empeño en no impulsar modificación alguna, asevera el semanario.