Es un hecho con pocos precedentes en la historia contemporánea cubana: una embarcación hundida frente a costas de La Habana, con más de 70 personas a bordo que pretendían huir de la isla, de las cuales 41 quedaron para siempre bajo las aguas.
En la madrugada del 13 de julio de 1994, cuatro barcos equipados con mangueras de agua a presión embistieron un viejo remolcador que huía de Cuba con 72 personas a bordo, a 7 millas de la bahía de La Habana. El remolcador 13 de Marzo se hundió, dejando un saldo de 41 muertos, de los cuales 10 eran menores de edad. Según testimonios de los sobrevivientes (31 personas), la tripulación de los también remolcadores Polargo2 y Polargo5 embistieron intencionalmente al 13 de marzo, y negaron auxilio a las personas que se encontraban en el agua. Durante más de una semana los medios de comunicación cubanos mantuvieron silencio en torno a los hechos, a pesar de las insistentes denuncias en los medios internacionales; posteriormente, el 5 de agosto del mismo año, el presidente cubano Fidel Castro calificó como «esfuerzo verdaderamente patriótico» la actuación de las personas involucradas.
Hasta la fecha el gobierno cubano asegura que el hecho fue un accidente; y no ha juzgado, ni condenado a ninguno de los participantes en este hecho; a pesar de que el código penal establece en su artículo 48 sanciones a los delitos cometidos por imprudencia. HispanoPost conversó con quien aún sufre la pérdida de 14 familiares en la tragedia. Su nombre es Jorge Andrés García Más y este es su testimonio sobre el trágico acontecimiento, del cual se cumplen este 13 de julio 22 años.
