A través de un comunicado público, el presidente de la Cámara de Comercio de Caracas, Leonardo Palacios, aseguró que el sector productivo vive un vía crucis que lo está conduciendo a un calvario para final de año, por la caída estrepitosa de la actividad económica y una falta de comprensión, de empatía de parte del gobierno hacia los empresarios.
Las medidas son extemporáneas e insuficientes, dejan por fuera a las grandes empresas, que son el motor de la economía. Al sector productivo real, a las medianas y grandes industrias, se le cercena el derecho a seguir produciendo, se le obstaculiza todo su proceso productivo, sentenció.
Entendiendo el interés que puede haber en impulsar microempresas, Palacios pide tener claro que es una actividad con sostenibilidad en el futuro y sin capacidad inmediata de dinamizar la economía. Las microempresas no tienen capacidad de fabricar productos de consumo masivo, de ser fuentes de empleos, porque además no pueden acceder a financiamiento, ya que no existe y también tienen dificultades para la contratación de talento
El Presidente de La Cámara de Caracas asegura que el empresario está atento a colaborar, invirtiendo en bioseguridad, mantenido las exigencias de nómina, pagos y beneficios a sus trabajadores durante el primer semestre de 2020. Está dispuesto a pagar impuestos, pero no es correspondido con consideraciones como la flexibilización de la contratación de personal, poner el IVA mensual, la reducción de alícuotas en los municipios, la suspensión de las tributaciones parafiscales, o la derogatoria del Impuesto a los grandes patrimonios, que implica una múltiple tributación
En el largo vía crucis que transitan los empresarios van siendo golpeados por la voracidad fiscal. Palacios, abogado tributarista, enumera los principales obstáculos que el sector empresarial privado está obligado a sortear el Iva semanal y los anticipos diarios de ese impuesto y del Impuesto sobre la renta atraparon el flujo de caja; se convirtió al impuesto a las transacciones bancarias en multiplicador y acelerador de la inflación, con mayores costos para transacción de insumos y venta de nuestros productos. Hay un tratamiento discriminatorio que favorece a las economías de bodegón, que tienen beneficios de exenciones, o sistemas liberatorios de impuestos aduanales. Se espera una agudización terrible con los impuestos locales a raíz de la decisión del Tribunal Supremo de Justicia en relación a la armonización municipal
Insiste en que las medidas anunciadas para la pequeña y mediana industria, además de dejar por fuera a las grandes empresas, llegan cuando la pandemia ya ha empeorado la crisis económica. Al recordar que hay sectores que no han podido trabajar en los últimos seis meses, reiteró el pedido de los gremios empresariales para ir de la flexibilización a una continuidad responsable de la economía. Déjennos trabajar, déjennos producir, sean empáticos. Venezuela va por un lado perjudicial, en antípoda con lo que hacen otros países para aliviar la situación de sus economías Finaliza advirtiendo que la pandemia empresarial, con el cierre de empresas afectará a todos por igual.
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