“Nosotros tratamos de hacer todo lo posible por ayudar al señor, pero eran muchísimas. Comenzaron a atacar a todos los que estaban en la plaza, hasta yo resulté afectada”, contó Katiuska Romero, comerciante de la zona, sobre el ataque del enjambre de abejas que se registró el pasado sábado 20 de mayo en la plaza Lisandro Alvarado, ubicada frente a la iglesia Sagrada Familia, en Propatria, parroquia Sucre del municipio Libertador de Caracas.
Tanto en la plaza, como sus alrededores, es frecuentemente concurrida por transeúntes, residentes de la tercera edad, adultos, niños y estudiantes. Además, se encuentran las paradas de diferentes líneas de transporte público que se trasladan hacia la zona de Agua Salud y la avenida Sucre.
Vecinos comentaron que el día del hecho unas personas estaban “golpeando” un árbol, el cual estaba seco desde hace tiempo y tenía una cavidad interna, donde se encontraba la colmena de abejas. A raíz de ello, se expandieron en la plaza, en la vía pública y en los alrededores de los negocios cercanos.
En la plaza se había quedado dormido en un banco, boca arriba, Alberto Enrique Márquez, de 72 años de edad, quien resultó gravemente afectado tras ser atacado por el enjambre de abejas.
“Hicimos todo lo posible por tratar de auxiliarlo, pero me imagino que él estaba ebrio, y no pudo levantarse en el momento del ataque”, contó Katiuska Romero, quien es propietaria de un kiosco en el sector.
En ese momento llegaron al sitio bomberos de Caracas y lograron estabilizar a Márquez en una camilla de rescate para luego trasladarlo al hospital Dr. Miguel Pérez Carreño.
En el recinto médico los galenos hallaron restos de abejas en su organismo, y en la región traqueal. Al día siguiente, el domingo 21 de mayo, falleció en el hospital de un paro cardiorrespiratorio.
La colmena tenía alrededor de cinco años
Un funcionario policial del sector, quien prefirió no identificarse, estuvo en el lugar cuando ocurrió el hecho y contó que la colmena de abejas tenía alrededor de cinco años en el árbol, pero no se había registrado antes un ataque como el ocurrido el pasado sábado.
“El panal estaba en la parte alta y como el árbol está seco, al molestar en la parte de abajo, ellas (las abejas) lo que hacen es defenderse”, dijo el funcionario, que se refería a las personas estaban “golpeando” el arbusto.
Por su parte, la comerciante de la zona relató que no solo se propagaron abejas, sino también “avispas, unos (insectos) enormes, me imagino que eran las reinas, y empezaron a atacar a todos los usuarios que pasaban por la plaza. Yo también resulté con picadas en la cabeza”.
El oficial narró que tuvieron que prender fuego unos cartones para que se expandiera el humo y así las abejas se dispersaran del lugar.
“En ese momento teníamos a unas personas detenidas y debíamos resguardarlas tanto a ellas como a nosotros, debido a que eran bastantes (abejas). También afectaron a los comerciantes cercanos”, contó.