El segundo día, tras la inauguración de los Juegos Olímpicos, el Escuadrón Antibombas de la Policía Federal de Brasil se vio obligado a realizar una explosión controlada en la Avenida Atlántica, próximo al Fuerte de Copacabana. Un objeto abandonado en la parte superior de uno de los container instalados para los Juegos Olímpicos levantó las sospechas de los agentes.
Hasta el lugar se trasladó también la Fuerza Nacional que acordonó el perímetro para impedir el acceso a las inmediaciones, aún así parte de los turistas sentados en uno de los restaurantes cerca del lugar no fueron desalojados hasta el último minuto.
Finalmente, todo quedó en un susto, los agentes del Cuerpo Antimbombas realizaron una explosión controlada y tras comprobar que se trataba de una falsa alarma, abrieron nuevamente el paso para el tráfico y transeúntes.
El objeto abandonado se encontraba cerca donde se disputaba esta mañana la primera competición de ciclismo de carretera con salida y llegada en el Fuerte de Copacabana.
