Lo que ya venía sonando insistentemente desde la semana pasada en lad redes sociales se convirtió en un hecho cuando el dirigente de Primero Justicia, Henrique Capriles, anunció el domingo que renunciaba a su candidatura dentro de las elecciones primarias, previstas para el 22 de octubre y donde se elegiría al candidato único de la oposición para las presidenciales de 2024.
La razón que lo llevó a Capriles -quien enfrentó a Hugo Chávez en 2012 y a Maduro un año después en una muy reñida contienda- a tomar tal decisión tiene que ver con la inhabilitación política que pesa en su contra.
El dirigente político no puede ejercer cargos públicos desde 2017 por supuestas “irregularidades administrativas” durante su gestión como gobernador del estado Miranda, que abarca parte de Caracas. Al inscribir su nombre dentro de las internas ya pesaba sobre él esta sanción, que se extiende por 15 años.
“La realidad es que sigo enfrentando una inhabilitación política que me hace decidir que no puedo continuar en esta carrera electoral. Sabemos que es una inhabilitación inconstitucional, ilegal, arbitraria, pero está allí, impuesta por un gobierno no democrático”, indicó en una carta difundida en sus redes sociales.
Ante ello, prosiguió: “Venezuela nos exige honestidad y transparencia. Pongo mi candidatura a la primaria a la orden de las bases que me eligieron en mi partido”.
Antes de publicar la carta, Capriles -que marchaba segundo en las encuestas, aunque lejos de María Corina Machado, dirigente de Vente Venezuela también Inhabilitada- hizo una transmisión en vivo a través de sus redes sin hablar directamente de su renuncia.