La distribución de combustibles en Venezuela está encontrando techo y afronta complicaciones para atender la creciente demanda que apunta a niveles entre 250.000 y 300.000 barriles diarios debido a las limitaciones que afronta el sistema de refinación, que continua operando a niveles máximos de 200.000 barriles por día sin capacidad de elevar su volumen de procesamiento, señala el semanario Exclusivas Económicas.
A lo anterior se suma -de acuerdo con la publicación- que la operatividad de las refinerías de Amuay y Cardón en la península de Paraguaná, y la de El Palito en el estado Carabobo no logran salir de su estado de intermitencia, lo que no garantiza la operatividad conjunta y permanente.
Un tercer aspecto que está complicando la oferta, agrega el semanario, tiene que ver con las limitaciones que tiene la Empresa Nacional de Transporte y la prioridad que se le está dando a determinados estados sobre otros.
Un caso emblemático está ocurriendo en Carabobo y en particular en Valencia, donde hay colas o filas en las estaciones de servicio de referencia internacional, pero esa situación no se presenta en el estado Aragua y sobre todo en Maracay.
El control militar sobre las gasolineras también está generando trabas en la distribución y ha acentuado las irregularidades en las estaciones de servicio de venta subsidiada, donde informalmente se ha creado un expendio en dólares sin que esos ingresos puedan ser percibidos por Petróleos de Venezuela (Pdvsa), advierte Exclusivas Económicas.